Durante los últimos tiempos en la provincia, como en todo el país, se han ampliado y flexibilizado los servicios bancarios en aras de contribuir al desarrollo de los negocios privados, como parte de los cambios a propósito de la actualización del modelo económico cubano.
Según Clara Valdés, subdirectora comercial del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) de la provincia, una de las flexibilizaciones de los últimos meses consiste en que quienes soliciten préstamos hasta 10 000 pesos solo deben ceder al banco una parte de los ingresos presentes y futuros de su negocio, en dependencia de los acuerdos que se establezcan previamente.
La ejecutiva detalló, asimismo, que de 10 000 a 25 000 pesos, junto con el pago anterior deben presentar una garantía complementaria que cubra la mitad del monto solicitado: además de los fiadores solidarios y las cuentas de ahorro, desde abril de este año se aceptan otras opciones como los bienes e inmuebles (joyas, alhajas, equipos automotores, hipotecas de casas de veraneo y solares yermos y vacas, entre otras.
“No todas estas prendas necesitan desplazamiento hacia el banco. Entre 25 000 y 50 000 pesos, la garantía tiene que cubrir el 70 por ciento del monto solicitado. Cuando la solicitud supera esa cifra, tiene que cubrir el ciento por ciento. En el caso de los cuentapropistas que arrienden locales de interés del Estado o de alguna empresa, estos pueden convertirse en garantes para su solicitud. Es bueno aclarar que el Banco no financia créditos en divisa, solo en moneda nacional”, amplió la directiva.
Entre las variaciones a favor de los interesados en acceder a estas prestaciones monetarias también se encuentra que con anterioridad, si no tenían el negocio establecido, el Banco no los financiaba; sin embargo, ahora se presta al principiante y se le beneficia con una tasa de interés mínima, según el tiempo acordado para la devolución del dinero.
A pesar de que la oferta no ha contado con la aceptación esperada, desde diciembre del 2011 los bancos del país ofrecen la opción de los créditos a trabajadores por cuenta propia para invertir en capital de trabajo (pago de materia prima, insumos, salarios) e inversiones vinculadas con el negocio (construcción de locales y compra de medios para laborar).
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