Escambray insta a los Gallos pararse frente a su espejo en busca de algunas respuestas.
Cuando este domingo cierre la primera fase de la serie 53 los Gallos habrán concretado una de las páginas más decepcionantes del béisbol. No todos son conscientes de ello y lo asumen con la misma indiferencia que más de una vez mostraron en el terreno.
Tal vez por ahí se encuentre una parte de las explicaciones. Escambray los insta a pararse frente a su espejo en busca de algunas respuestas. Para que no suene a disco rayado, le adelanto lo que todos admiten: “Las cosas no nos salieron como habíamos pensado”.
Pudo refugiarse en las secuelas de la operación de su dedo apenas cinco meses atrás, pero Frederich Cepeda buscó otra opción: “Se hizo todo cuanto se hace para enfrentar un campeonato, pero no nos salieron las cosas bien; en lo personal, no pude ayudar como se esperaba, ahora solo queda seguir hacia adelante”.
Integrante de eso que llaman la columna vertebral de la ofensiva, Eriel Sánchez cree no tener los argumentos suficientes al estar alejado del equipo por varios partidos a causa de una posible hernia discal: “La preparación fue muy buena, estaba en nuestras manos hacerlo bien, pero cuando las cosas empiezan a salir mal, se pierde interés y voluntad de ganar. Los regulares tenemos una responsabilidad, pero si somos un equipo cada uno tiene que cumplir la suya, no podemos seguir recostados a tres o cuatro figuras, a veces el jugador 25 decide. Hay que formar otros Eriel, otros Cepeda”.
Desde distintas posiciones, Orlando Acebey y Yoandi Baguet miran su propia imagen: “Al pueblo solo le digo que todo nos salió al revés”. “El campeonato se nos vino encima. Los errores defensivos están en el juego y los mentales dependen de cómo esté el equipo. Nos descuidamos, nos relajamos. Me preparé mucho a la defensa gracias a Rojas, pero no pensé que me fuera a salir tan bien”.
¿Cómo algunos lograron sacudirse de la modorra? Daviel Gómez abre una puerta: “Aproveché la oportunidad que me dieron, me gusta jugar vivo, alegre para disfrutar el juego, si no, no siento que estoy en el terreno; pero por momentos no había esa emoción”.
Encima del box, varias victorias se esfumaron ante la impotencia de Ismel Jiménez y Ángel Peña, que merecieron mejor respaldo: “No sé ni qué decir, no ha pasado nada entre nosotros, las cosas no salen porque no salen; cuando se pitchea con efectividad, el equipo no batea o viceversa, me siento mal porque no estoy acostumbrado a perder tanto, pero el hombre no se mide por las veces que se cae sino por las que se levanta”, expone el trinitario. Por su parte, Peña enfatiza: “No hay indisciplina, hay juventud con experiencia y salimos al terreno con deseos de ganar, eso lo garantizo”.
Para los nuevos que llegan como Aldo Conrado, las respuestas se salen del terreno: “Me tocó entrar en una etapa mala, perdimos muchos juegos por una carrera, por dos, creo que no tuvimos suerte”.
Desde el puesto de mando salen algunas cuentas. Todas las miradas conducen a la etapa previa donde cada quien aporta su visión. “El equipo se preparó muy bien, parecido al pasado año —acota Carlos Pérez, preparador físico—, solo que no se conjugaron los tres aspectos de juego, y ahí está la catástrofe, no ha sido el equipo que se esperaba en el terreno. Hay metas e intereses individuales que si no los conjugas en función del colectivo se traducen en derrotas”. Rafael Muñoz, preparador técnico, puntualiza: “Si los resultados no fueron buenos no podemos decir que la preparación tampoco lo fue, participamos en cursos nacionales, aplicamos las experiencias, pero el bateo ha sido inefectivo, dejamos muchos hombres en base, dimos muchos boletos, estamos dispuestos a asumir lo que sea porque el trabajo no ha sido bueno”.
Al lado del box, Juan de Dios Peña, lamenta lo que considera: “un año perdido, pues por la preparación se veía un staff mejor, aunque el control no fue bueno, pero se mantuvo la velocidad, Ismel llegó a tirar 93 millas que hacía rato no lograba, Peña llegó a un octavo inning con 89 millas, es decir, que físicamente han estado bien, además todos aumentaron su repertorio, pero no es lo mismo cuando un equipo está batallando, que cuando pasa lo que al nuestro, en esa situación todo se desarticula. La ausencia de los estelares ha afectado, pero ¿qué pitcheo puede lucir con una defensa así? Nosotros esperábamos más de Socarrás, le dimos un voto de confianza a Noelvis; Guardarrama tampoco empezó bien…, pero podíamos haber ganado, al menos, 20 juegos”.
Estados de ánimo, desmotivación, apatía. Por estos caminos llegamos derecho a la Psicología a través de Carlos Hernández, su representante en el equipo: “El estado de ánimo no ha sido el mejor; las tensiones aparecen pero les enseñamos cómo relajarse, no obstante, tiene que nacer de ellos. Muchos jóvenes han tratado de empujar, pero los de más responsabilidad no lo han hecho, ni vemos un liderazgo en el elenco. Pienso que pudieron jugar con un poquito más de amor a la camiseta. Hicimos sesiones grupales, individuales, pero hay mucha incoherencia entre pensamiento y acción, eso es del ABC que debieron haber aprendido antes; tienen la apatía un poco impregnada y se ve en eso de ir con pocas ganas para salir de abajo en un partido, el banco se apaga. A veces toman posturas individualistas, no piensan en hacer las cosas por el equipo”.
En un santiamén, a la vuelta de seis meses, Yovani Aragón pasó de un honroso cuarto lugar al sótano. Sin mucho tiempo para reflexionar en medio de la debacle, adelanta sus impresiones:
“Son tantas fallas que no pienso que haya que significar una directamente, pero sigo pensando que si los atletas de más responsabilidad y experiencia hubiesen podido impulsar las carreras, el papel hubiese sido mejor pese a ese mal pitcheo y mala defensa. Eriel no pudo quechar prácticamente, Cepeda tuvo sus limitaciones, a Liván lo quitamos al final por bajo rendimiento y Mendoza con su lesión no jugó más. Los muchachos nuevos miran a esos atletas, y si no están acorde con lo que ellos piensan, es poco probable que puedan asumir y cumplir su rol, aunque creo que hicieron su papel, se embasaron bastante… Solo me faltó hacer magia; nos queda la experiencia para seguir trabajando de forma inmediata con estos jóvenes, creo que tienen condiciones, pero hay que trabajar con ellos, y mucho”.
Que faciel es decir que bajo a Liban por bajo rendimiento y no decir que el equipo se le fue de la mano por que tubo problemas hasta con el cargabate por eso las cosa que dice da risa y por eso yo digo que el Elsa es de la Periodista mejores de nuestro pais por que no tiene miedo decir las cosa y MONTEAGUDO CAS., LIVAN 33 128 103 8 27 .262 .389 3 0 2 36 .350 .739 1 2 14 2 1 5 17 4 20 2 0 2 5 y estos son loas numeristo de liban