Estar en San Francisco, en las semifinales, no es un sueño loco; es una posibilidad real que defenderán los peloteros cubanos en el Tercer Clásico Mundial de Béisbol.
Aún no se han abierto las puertas del Yahoo Dome, en Fukuoka, Japón, para el primer desafío del Tercer Clásico Mundial de Béisbol en el Grupo A, donde se encuentra Cuba, y las expectativas y los criterios de la afición cubana se desbordan.
Lo cierto es que la selección nacional, con mucha juventud y sin toda la experiencia de equipos cubanos participantes en ediciones anteriores, pretende ir más allá de esa primera ronda y clasificar, junto a Japón, para la segunda etapa del evento.
No menosprecio ni a Brasil ni a China. Los sudamericanos hicieron la hombrada con la clasificación y son de cuidado, porque tienen hombres y ciertos argumentos que, bien manejados, pueden dar batalla a cualquier novena contraria.
Los del gigante asiático no son precisamente la referencia del grupo; su jugador de cuadro Ray Chang despunta como líder del conjunto (241 de average en las ligas menores con el Lousville Bats en el 2012). Sin embargo, los contrarios de los peloteros chinos en el Grupo A muestran mejores credenciales en terrenos de juego.
¿Hasta dónde llegará Cuba? La respuesta estará en la certeza de las estrategias y la actitud de los peloteros en la competencia. Víctor Mesa, Jorge Fuentes y demás integrantes de la dirección saben que serán generalmente desafíos chiquitos, de marcadores cerrados y la filosofía de juego tendrá ese rumbo: intentar marcar carreras cada vez que exista la posibilidad, a partir de las jugadas donde la combinación de velocidad, toques de bola, corrido y bateo sean lo prominente. Si algún jonrón sale, bienvenido, y así lo ha expresado en más de una oportunidad el polémico mánager Víctor Mesa.
En los topes de preparación la derrota 0-5 frente a Holanda preocupó a muchos, mas la victoria posterior del pasado miércoles de los peloteros cubanos contra los Tigres de Hanshin, el equipo mimado del béisbol profesional japonés, borró dudas, aunque ronda el fantasma de los lanzadores “flojos”, que desde hace buen tiempo los dominan con cierta facilidad.
Eso precisamente lo sufrió la selección cubana al Tercer Clásico contra Holanda, que parece haberle tomado la medida, razón suficiente para que Pedro José Rodríguez y compañía hayan perfilado sesiones de preparación de bateo en ese sentido.
Ciertos males de bates dormidos son tema de discusión en no menos de una peña deportiva, pero hasta la fecha y, en sentido general, las muestras a la ofensiva en los topes recientes, salvo el desafío contra los holandeses, no son tan preocupantes.
Hemos visto a un Erisbel Arruebarruena mejor que nunca, Cepeda está muy ajustado, al igual que Pito Abreu, Bell y José Miguel Fernández. Eriel tiene potencialidades para encender más fuego bate en mano y Yulieski atesora condiciones para despertar en el cajón de bateo.
No obstante, de cuánto puedan caminar con eficacia los lanzadores abridores dependerá mucho el resultado final, pues, aunque según la filosofía del béisbol para ganar hay que hacer carreras, no permitirlas es elemental.
Ismel Jiménez está en una temporada de ensueño y abrirá el desafío del día 3 de marzo ante Brasil; no dudaría ver al villaclareño Freddy Asiel Álvarez una jornada después contra China, por aquello de asegurar el pase a la segunda ronda, si en definitiva les ganamos a los sudamericanos.
El pitcheo intermedio y cerrador se ve bien, hay juventud y experiencia entre Norberto González, Danny Betancourt, Yadier Pedroso, Yander Guevara, Alexander Rodríguez, Diosdani Castillo, Darién Núñez y los demás del staff.
La inexperiencia ha pasado cuentas en otras oportunidades, mas no creo en las sorpresas. Los propios topes desde el momento inicial de la preparación suman confianza.
En mi opinión, estaremos luchando en una segunda ronda de eliminación doble, junto a Japón y Corea. El otro representante es de más difícil pronóstico, pues Taipei, Holanda y Australia tienen opciones muy parejas. Los recientes juegos contra ellos son favorables para engranar al equipo cubano -bien concebido, a mi modo de ver- a partir de la intención de un sistema de juego ideal para enfrentar, sobre todo, al béisbol asiático, al que más veremos en las rondas iniciales.
De vencer los dos primeros desafíos ante Brasil y China, no creo que la dirección del seleccionado gaste todas las cartas frente a Japón, en un partido que puede funcionar como de fogueo, de preparación.
Estar en San Francisco, en las semifinales, no es un sueño loco; es una posibilidad real que defenderán los peloteros cubanos al Tercer Clásico Mundial de Béisbol.
beo que el espitituano no acepto las criticas esperemos podel ganarle a brazil
Saludos.Pienso que Cuba tiene grandes posibilidades de llegar a San Fransisco. No veo a los asiáticos muy fuertes en esta ocasión, por lo menos en estos juegos de preparación. En el juego de hoy no hay dudas que el bateo está imparable y de mantenerse así pueden hacer un equipo universal que no nos ganan.
En mi criterio, los peloteros cubanos estan lejos del nivel competitivo de los peloteros que militan en ligas profesionales importantes, especialmente de los que lo hacen en la MLB. EL desentrenamiento de estos últimos, unido al fogueo y forma deportiva de los nuestros, pudiese compensar de alguna forma la diferencia de calidades. Pero cuidado: recuerden la inolvidable paliza que nos dió Puerto Rico y luego el carreraje, con varios batazos de largo metraje que nos propinó la Republica Dominicana en el 1er Clasico Mundial.
No se porque se nos ha metido en la cabeza (especialmente en la de victor mesa) que a los equipos asiaticos se les gana en el juego chiquito: en el juego que mas recuerdo, Japon nos batió por carreraje. Y si a los equipos asiaticos, teoricamente, pudiesemos superar apelando al juego chiquito (cosa que sigo diciendo es un disparate), como haremos para ganarle a equipos como PR, RD, USA, VEN, repletos de toleteros que con un swing pueden hacer el trabajo que a los que apelan por el juego chiquito les llevaria varios innings.
Desde que Japon ganó en estas dos ediciones, hemos estado repitiendo hasta el cansancio que ese es el beisbol que debemos imitar, y en mi opinion nos equivocamos en dos cosas: 1ro, y lo digo una vez mas, el beisbol japones es uno netamente ofensivo, el juego chiquito solo se aplica (y esto es en cualquier lugar del mundo, no en asia) cuando la situacion lo requiera; 2do, es nuestra area, especialmente La Republica Dominicana, Venezuela y Estados Unidos, quienes marchan a la vanguardia de este deporte, y, creanme, a no ser que exista la necesidad, en el contexto adecuado, los mejores peloteros del mundo (por mucho mejores que los Japoneses y Coreanos) no van a apostar por el juego chiquito.
Pedro la cogio con el juego chiquito de Cuba y q’ si las palizas de Rep. Dominicana y Puerto Rico a Cuba. No estoy de acuerdo con el y a mi modo de ver esta claro q’ el problema mas grande del Beisbol cubano esta en el picheo, talon de aquiles donde no se dominan algunos lanzamientos y en donde predomina mucho el control. Hay q’ ver en el beisbol asiatico la estatura de sus pichers y su versatilidad. El juego rapido inyecta y presume en los jugadores compromiso, Cuantas veces no escuché q’ los cubanos no batean pq se paran en el cajon de bateo a dar jonron ???, el concepto en el beisbol moderno ha cambiado mucho. En grandes ligas cierto la preparacion es mucho mas fuerte, pero cierto tambien no siempre se da jonron, ejemplo Albert Pujols en la pasada campaña con los Angelinos. Nada descabellada la idea del juego rapido y un ejemplo mas: Albert Pujols, Papi, Cabrera, no tocan bola sin embargo Cepeda y otros mas tocan. Acaso eso no es una ventaja ???. Toda posibilidad bien empleada es un plus pero insisto en el picheo no se improvisa, dominas o no lanzamientos, tienes o no control. Ahi esta la clave del equipo Cuba. Saludos a toda Cuba.