Los más de 120 afiliados a la AHS en Sancti Spíritus auscultaron el panorama artístico cubano para poner en solfa las limitaciones que hoy lastran la creación.
A los jóvenes artistas espirituanos les urge ser tenidos en cuenta y lo reclaman con vehemencia; no porque hasta el momento hayan sido ignorados sino porque precisan del diálogo constante, enriquecedor, del intercambio de argumentos convincentes y de un mayor respaldo institucional para consolidar la obra que defienden a ultranza.
Que sean irreverentes, pese al exceso de formalismo que suele rodearlos, denota la efervescencia del proceso creativo por estos lares, donde las ganas de hacer han desbordado siempre los cauces instituidos y los miembros de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) se enrolan en no pocas cruzadas contra la anemia cultural.
Conscientes de que es ahora o nunca, , las trabas burocráticas que entorpecen el trabajo de los jóvenes y, peor aún, la incoherencia de ciertas manifestaciones de seudocultura con las políticas culturales implementadas por el país.
¿Cómo es posible que a un cantante de pésimo gusto, cuyos textos validan la estética del consumismo más atroz, se le paguen miles de pesos por una actuación, mientras un grupo de teatro de la provincia no puede llegar hasta las comunidades intrincadas por falta de recursos? ¿Por qué el costoso taller de grabado todavía no encuentra local y se mantiene en el limbo creativo? ¿Qué resortes fallan en la promoción y silencian el arte que ahora mismo se gesta en la provincia?
Con tales preguntas en ristre y análisis que fueron calificados de profundos por Fernando Rojas, viceministro de Cultura, sesionó la asamblea de la AHS en el territorio, reunión de preámbulo al II Congreso de la organización que tendrá lugar en octubre próximo.
La necesidad de una crítica que jerarquice y, por ende, legitime la calidad de las obras; la urgencia de estudios científicos sobre los consumos culturales que impidan la mercantilización del arte; la cuestionable competencia de numerosos funcionarios y cuadros en el sistema institucional de la cultura, así como la inconformidad generalizada de los jóvenes intelectuales con el inminente cierre de la Academia de Artes Plásticas Oscar Fernández Morera, devinieron puntos álgidos de un debate en el que también se ponderó el quehacer de las células con que cuenta el territorio: Yaguajay, Jatibonico, Trinidad y la sede provincial.
Luis Morlote Rivas, presidente nacional de la AHS, resaltó la hondura conceptual de las intervenciones, apasionadas como la juventud misma, que indicaban precisamente los rumbos por los que debería transitar el congreso: una disección pormenorizada, no tanto de los problemas materiales, solubles en alguna instancia de poder, como de la relación -ora distendida, ora tensa- entre Cultura y Sociedad.
En la reunión se abrieron las puertas oficialmente a los nuevos miembros de la organización; se seleccionaron los delegados espirituanos a la cita nacional; se reconoció la trayectoria de destacados artistas que abandonan las filas de la AHS, entre ellos la poetisa Liudmila Quincoses, quien fungió como presidenta desde el 2009, y fue presentado el nuevo ejecutivo provincial, al frente del cual se eligió a Yansert Fraga León.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.