Los programas artístico-culturales por el medio milenio de Trinidad y Sancti Spíritus han sufrido la falta de seguimiento oportuno y de coordinación.
Con el arcabuz en una mano, la cruz evangelizadora en la otra y encandilados por el oro, los conquistadores españoles, bajo las órdenes del casi cincuentón don Diego Velázquez, ataron las canoas a inicios de 1514 en las márgenes del río Arimao, próximo a la bahía de Jagua, para fundar allí Trinidad, villa que encontró asiento definitivo en su actual comarca en 1515.
Meses después y con espadas a la cintura también, la avanzada de los llegados del Otro Mundo desbrozó el trillo colonizador tierra adentro, y en las cercanías del río Tuinucú empezó a darle vida a Sancti Spíritus, cuyo nacimiento oficial -4 de junio de 1514- bendijo el fray Bartolomé de las Casas en una iglesia de guano y yagua.
En suma, encuentro y embestida de dos mundos, ni Nuevos ni Viejos; fundación de dos villas por las ambiciones y los antojos de Su Majestad de ultramar. Trinidad y Sancti Spíritus no festejarán el año próximo el exterminio de los aborígenes; sino el parto gracias al cual surgimos, crecimos e, incluso, iremos a la tumba.
Ante la inminencia de las celebraciones, ¿los proyectos de las galas artísticas y los programas culturales ya están sobre la mesa o dormitan a la espera de los maratones preparatorios de consecuencias sabidas? ¿Se ha obrado con previsión para el jubileo por el medio milenio fundacional? ¿Puede hablarse de un movimiento sociocultural entre los trinitarios y los espirituanos en torno a la fecha, o a estas alturas la celebración ha involucrado apenas a las autoridades locales, funcionarios y especialistas?
“Mientras que en papeles se articula una estrategia perfecta, puertas afuera existe otra realidad -enjuicia Carlos Luis Sotolongo en el post ‘Preparativos con somnolencia’, publicado en su blog Isla nuestra de cada día-. Si los acuerdos plasmados en tinta al terminar cada reunión fueran directamente proporcionales a las acciones reales ejecutadas en el territorio, los festejos por los 500 años de fundación de Trinidad estarían signados por tanta pompa que llegarían a abrumar”.
Con esta y otras opiniones de similar casta, disiente Ramón Naranjo León, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, quien habla de la existencia hace casi un lustro de una estrategia en función de convertir el aniversario 500 en un acontecimiento de relevancia cultural que jerarquice la identidad y la defensa del patrimonio local, visible ya en la rehabilitación del barrio de Las Tres Cruces, del Museo de Arqueología, de los antiguos barracones de esclavos del caserío de Manaca Iznaga, en la reanimación de plazas y parques, en la intervención en diversas calles…
Tampoco Sayli Cruz Álvarez, secretaria del órgano municipal de Gobierno en Sancti Spíritus, le abre las puertas y las ventanas al pesimismo: cada una de las comisiones, incluida la de Cultura, ha rendido cuentas de su actuar al Consejo de la Administración para evitar que quede suelto cualquier hilo que desluzca lo concebido.
¿Qué será más útil: dejarse batir por esos vientecillos triunfalistas o dar paso a la inconformidad ante lo realizado, que tuvo su punto de partida, en el caso de Sancti Spíritus, en el taller promovido por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la provincia en octubre de 2010 en el contexto del Día de la Cultura Nacional?
GALAS: TELÓN DE FONDO
“Aparentemente todo marcha bien; les voy adelantar unas cosas que tenemos bastante atrasadas”. La alerta, lanzada en un encuentro de la comisión central trinitaria a inicios de agosto, llevó la voz y el cuño de José Enrique Tamayo (Kiki), el nuevo director artístico de las galas culturales previstas allí, las cuales reverenciarán no solo a tercera villa, sino a otras de esta ínsula.
Con muchas venturas y desventuras en sus costillas en el giro, Tamayo refirió que si bien ya disponen de un arreglista musical, le preocupaba no contar en ese momento con el resto del personal imprescindible: productor general, coreógrafo y los diseñadores de vestuario y de escenografía.
La indefinición, que impacta en no la confección de los vestuarios -zapatos incluidos- para representar los valores tradicionales de la villa, también se confirmó con una pregunta y un breve comentario del propio José Enrique: “¿Quién va a construir la Plataforma Central? Eso hay que verlo a tiempo; no puede pasar como en los carnavales, cuando no hubo condiciones para vestirse las bailarinas…”.
¿Por qué no se convocó a los creadores trinitarios a presentar proyectos para la mencionada plataforma, que debe distinguirse por su funcionalidad, tal como fue acordado inicialmente? A raíz de estas experiencias, ¿por qué los espirituanos no aceleran los preparativos de sus galas, que ya cuentan con el director artístico general? “Pero, eso es para el 4 de junio del 2014”, escuchó este reportero en la Dirección Municipal de Cultura (DMC) en la ciudad cabecera. Evidentemente, pocos aprenden con cabeza ajena.
NI LIBROS NI GRABACIONES MUSICALES
Con la misma pasión que habla sobre la pérgola de la Plaza Carrillo o de la estancia del poeta Plácido en Trinidad, la historiadora Bárbara Venegas ha concebido varios proyectos editoriales para la ocasión, a solicitud de los organizadores; no obstante, en torno a la impresión de los textos había más interrogantes que respuestas.
Autores notables a la hora de mirar con hondura la riqueza patrimonial y urbanística de la tercera villa y de su no menos honorable Valle de los Ingenios como la doctora Alicia García Santana, Víctor Echenagusía Peña y Silvia Teresita Angelbello articularon sus discursos y visiones en el libro de título provisional Trinidad: Arquitectura y paisaje, compilado por Venegas y entregado este año a Ediciones Luminaria; pero sin noticia alguna acerca de su posible publicación por la casa editora espirituana.
A pesar de este percance, la también Premio Emilio Roig de Leuchsenring (2012) prepara un texto referido a la historiografía de la fundación de Trinidad, sin saber si verá el sol para la fecha. No obstante, a la estudiosa le anima conocer que la prestigiosa revista Signos, de Villa Clara, consagrará una edición al medio milenio de su ciudad natal.
Al decir de la historiadora, quien encabeza los destinos del Libro y la Literatura en ocasión del aniversario 500, las zancadillas aparecidas -limitaciones presupuestarias mediante-, más que llevar a la borda, ponen en crisis los proyectos editoriales.
Al respecto, quizás Sancti Spíritus no tenga la soga al cuello por disponerse de un plazo mayor. Según funcionarios de la DMC, Ediciones Luminaria debe incluir en su próximo catálogo una antología poética dedicada a la cuarta villa y los libros ganadores de la última versión del Premio de la Ciudad Fayad Jamís.
¿Tales propósitos editoriales duermen en este minuto?
“Sí; aunque existe el proyecto y las personas lo conocen. Ha habido morosidad”, sostiene Alexis Valle Rodríguez, subdirector técnico de Cultura municipal.
¿En qué fase se encuentra la grabación de los discos?
“El proyecto de los discos es el que más nos preocupa porque lleva un volumen alto de financiamiento que hoy no disponemos; aunque la cuestión del dinero nos preocupa para todo. Hay propuesta de elevarlo al ministerio”, indica Valle Rodríguez.
¿Qué han hecho ustedes para que esa idea no muera mañana?
“Hemos tenido conversaciones con el Centro de la Música (Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos), como su gestor fundamental; estamos en espera de respuesta del Ministerio de Cultura”.
¿Y el ministerio tendrá el asunto sobre la mesa?
“En manos del sectorial provincial está elevar esta situación al ministerio”, subraya finalmente el directivo.
Mientras la responsabilidad se diluye a merced de los vaivenes del burocratismo, el proyecto de grabaciones con la música del Coro de Clave, la Parranda Típica Espirituana y de los tríos tradicionales sí padece de somnolencia, en menoscabo de una idea que busca afianzar la identidad local, poco favorecida por las disqueras.
¿Por qué aún no se ha grabado la canción ganadora del Premio de la Ciudad, que identificará la celebración?
“Eso es un problema del Centro de la Música y del Sectorial; nosotros no tenemos la forma de grabarla”, aclara Delia Rosa Cañizares, especialista de la DMC.
Una llamada telefónica matutina al músico y compositor Manolito Borroto, vencedor del certamen con la pieza Canción del 500, nubla el pentagrama: “Nadie se me ha acercado; más que mío es un asunto de la ciudad”.
En la cuerda de la música, Escambray supo de dos notas contrapuestas en la tercera villa: por un lado, el rescate gradual de la obra de los trinitarios Lico Jiménez y Catalina Berroa, gracias al interés de una agrupación santaclareña, y por otro, la urgencia de actuar para no perder las tonadas trinitarias, únicas del mundo y casi extinguidas, a juicio de José Enrique Tamayo (Kiki).
LA (IN) COMUNICACIÓN
Tarde de viernes. A punto de comenzar el noticiero En marcha, por Centrovisión Yayabo, un amanecer trinitario cubre la pantalla para anunciar el parto de la fundación: convento de San Francisco de Asís, cruz, los pasos del hombre y del tiempo, el arrebato de las manos contra los tambores que cantan. Al final, el eslogan, verdadero alarde de síntesis: “Vive la leyenda”.
Este spot, no transmitido lamentablemente por la Televisión Cubana debido a incongruencias con su audio, lleva el crédito de Alexander Domínguez y Alexis Frías, egresados del Instituto Superior de Diseño, autores, igualmente, del logotipo de la campaña promocional en el contexto de los cinco siglos de la urbe sureña.
Ni por Centrovisión, los televidentes pueden disfrutar todavía del spot de Sancti Spíritus, cuya salida al aire está fijada para principios de septiembre tanto por el canal local como por los nacionales, de acuerdo con la secretaría de la Asamblea Municipal del Poder Popular; de lograrse sería un milagro divino, pues, al cierre de esta edición, el telecentro no disponía del logotipo definitivo -elaborado por Roberto Rojas y Alexis Frías-, imprescindible para la realización del material comunicativo, a pesar de la alerta de la dirección del órgano de prensa a la Comisión Organizadora.
“No estamos sonando en el país como Camagüey y Bayamo”, se lamenta Roberto Vitlloch, al frente del grupo Visión 500, una suerte de guía en las acciones de rehabilitación y de restauración impulsadas en la capital provincial hace más de dos años. “En el caso de la comunicación hemos sido muy malos”, añade.
Con dicha opinión discrepa Sayli Cruz, del Gobierno Municipal, quien habla de las coordinaciones realizadas con entidades como ETECSA para promover el cumpleaños de la villa en las tarjetas prepagadas y en el Directorio Telefónico; la iniciativa puede malograrse por la tardanza en la entrega del logotipo a la referida empresa, según fuentes de esta.
Si se lleva a pie juntillas la estrategia diseñada por la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales en la provincia, Yolanda Brito, su presidenta aquí, opinaría diferente: “Todavía el aniversario 500 no corre por la sangre de los espirituanos”.
“Hay que llegar a la raíz del pueblo, al barrio, para que el pueblo se sienta actor de este momento trascendente; lo otro sería puro blablablá”, alega Manuel Lagunilla, historiador oficial de Trinidad.
Comparencias de expertos y directivos en la radio y en la televisión locales y la publicación de materiales periodísticos no bastan para crear un movimiento sociocultural y popular en ambas ciudades alrededor de la festividad por venir, que no será un carnaval, embriagado de cerveza, como no pocos lugareños ansían.
“A pesar de que se han hecho cosas por nuestro Centro de Promoción Cultural, nos ha faltado más fuerza en las acciones de comunicación y divulgación. El pueblo sabe que cumplimos 500; pero de ahí a que haya sensibilidad en todo el mundo… La insensibilidad la vemos cuando pintamos, remozamos las fachadas… y al poco tiempo están rayadas, modificadas”, advierte Blanca Pérez Bravo, directora técnica de la Oficina del Conservador de la Ciudad y del Valle de los Ingenios.
DE INTEGRACIÓN Y DESINTEGRACIÓN
“¡Ey!, duuuulce de guayabaaaa, barato, barato, ¡ey, sííí!”. El pregón cadencioso llega, en un mediodía de agosto, desde la Plaza Carrillo hasta la sede del Gobierno trinitario, donde Moisés Ruedas Zayas, vicepresidente de la Asamblea Municipal, subraya a la comisión de los festejos reunida: “Aquí todo el mundo sabe lo que tiene que hacer; está todo bien organizado”.
Sin embargo, en el encuentro se evidencia la necesidad de un mayor intercambio entre las subcomisiones, no para estudiar ideas; sino para darles cuerpo, sin descartar la contribución de organismos e instituciones provinciales, incluidos la Dirección de Cultura y Arte y sus centros en las diversas manifestaciones a ese nivel, vital en el éxito de las celebraciones en ambas ciudades.
“En el caso de Cultura -sucede, también, con otros organismos- no se siente comprometida con el 500; eso lo hemos discutido con ellos. El municipio no puede decidir determinadas cuestiones”, enfatiza Sayli Cruz.
A sabiendas de que este es el único territorio de Cuba con dos villas, fundadas, incluso, en el mismo año, y ante un jubileo de tal relieve histórico y sociocultural, resulta polémico la no constitución de una comisión provincial rectora, la cual le hubiera dado mayor intencionalidad y coherencia a los festejos y, por ende, hubiera seguido más de cerca sus preparativos.
¿Podemos llegar con esa falta de integración de ciertos organismos e, incluso, dentro del propio sector de la Cultura, al aniversario 500?
“Evidentemente, no. Debemos reconocer que hemos tenido falta de sistematicidad en el control de lo acordado”, señala Julia Zamora Pérez, vicepresidenta del Gobierno en el municipio capitalino, quien, a seguidas, cita como ejemplo el proyecto de rehabilitación integral del Parque Serafín Sánchez, punto clave para ansiada reanimación cultural y social de esa parte del Centro Histórico.
“El INDER, la Empresa Eléctrica, la EMAPA, el MININT, las Tiendas Recaudadoras de Divisa, Cultura, que tienen locales allí, han hecho una reacción adversa a lo que se quiere lograr en el entorno del parque”, abunda la vicepresidenta.
Ninguna de estas entidades -en opinión de Roberto Vitlloch, al frente del grupo Visión 500 y director de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos- ha conceptualizado lo que significa cumplir ese aniversario. “¿Cómo vas a dejar la ciudad para la segunda mitad de este milenio? ¿Qué batón pondremos en manos de las otras generaciones?”, pregunta el arquitecto.
Por fortuna, con la restauración del Museo Romántico, uno de los más visitados de Trinidad y de Cuba, ha existido más integración entre las entidades y organismos implicados, y seguimiento por las autoridades locales y provinciales con el interés de minimizar los contratiempos surgidos en la ejecución.
EN CONTEO REGRESIVO
Para darle la justa anchura a la celebración en la Ciudad Museo del Caribe, cuyo clímax será la sesión solemne de la Asamblea Municipal el 12 de enero próximo, Juana Vázquez López, directora de la Galería de Arte Benito Ortiz, sugiere no concebirla como una Semana de la Cultura más, sino como un acontecimiento irrepetible que precisa de iniciativas a favor de potenciar la identidad trinitaria, mestiza por excelencia.
Con los ojos puestos en ello ha obrado la Oficina del Conservador de la Ciudad y del Valle de los Ingenios, institución no existente en Sancti Spíritus, reclamo de las autoridades locales y que hubiera aportado mucho a redimensionar la proyección sociocultural de la llegada del medio milenio.
Pocos podrán cuestionar lo ejecutado en la antesala de la efeméride en materia de rehabilitación constructiva, a saber, el parque Maceo, el Teatro Principal, el Museo de Arte Colonial, la Casa de la Guayabera…, tal como lo ejemplifica María Antonieta Jiménez Margolles (Ñeneca), la Historiadora de la Ciudad de Sancti Spíritus; sin embargo, el resto del programa cultural y de promoción no ha encontrado similar jerarquía, y navega a merced de la rutina.
En Trinidad no todas las propuestas están “cuadradas” como las exposiciones de Artes Plásticas, en palabras de Juana Vázquez López; enero se encuentra a un pestañazo, y una hora que no se dedique a los preparativos equivale a un día perdido, a criterio de Israel Calderón Fernández, director municipal de Cultura allí.
En época de financiamientos escurridizos, una celebración de este linaje pide a gritos previsión y convocatoria amplia para que el jubileo no quede solo entre las autoridades, directivos, especialistas y ponentes de los eventos teóricos; de lo contrario, volveremos a escuchar de Yanser Fraga, presidente de la Asociación Hermanos Saíz en la provincia, aquella frase categórica que despabiló a Escambray: “El movimiento por el 500 está muerto”.
Por dios coincido con lo que se ha expresado aquí, anoche veía en la TV que se daba un reportaje de la ciudad trinidad en el programa piso 6 porque aquí no se hace lo mismo no traer otro programa para que divulgue las actividades que se hacen, creo que se hace necesario convocar más al pueblo en actividades, concursos, no es hacer por hacer se necesita saber con se siente bien el pueblo por ejemplo la reparación del parque Serafín Sánchez, se decía que se pondría en él una estatua ecuestre de ese hijo de Sancti Spíritus, hay que darle más vida a ese boulevard que tenemos en las noches muere, el teatro necesita de más actividades culturales, en fin creo que tenemos que ponernos las pilas porque ya el 2014 está aquí y pasara como otro año normal
SANCTI SPIRITUS ESTÁ MUERTO EN VIDA, sus actuales funcionarios no sienten como espirituanos ni se apoyan en sus correligeonarios que si los hay muy comprometidos en función de buscar iniciativas que no siempre son costosas para mejorar el ambiente sociocultural alrededor de tan importante evento. Hay que reconocer determinadas inversiones pero para qué tenemos un teatro si no hay funciones de calidad? para qué queremos un parque si no se puede casi ni pasar por él, con una prohibición de parquear los carros y la policía para intimidar a los turistas y foráneos que intenten parquear por esos lares?? ¿es recuperar tradiciones alejar los festejos del parque porque según dicen alguien dijo que las personas dañan el parque?? PERO ES QUE EL QUE DICE ESO NO SABE NADA DE QUÉ ES UN SANTIAGO ESPIRITUANO, QUE NO ES UN CARNAVAL, ES NUESTRO SANTIAGO Y ESE QUE NOS QUIEREN IMPONER NO ES EL SANCTI SPIRITUS QUE QUEREMOS LOS ESPIRITUANOS que no nos cuiden tanto el paque y nos dejen hacer lo que siempre hicimos, ¿es que los que hoy dirigen esa villa no recuerdan la vida que tenía el parque serafín sánchez??, dónde están las serenatas??. dónde están los trovadores??, dónde están los seguidores de mundamba??, de mongo el del meneito?? de mayea?? ¿qué estamos haciendo por recuperar nuestras tradiciones?? ¿cómo están nuestras escuelas de artes?? ¿cómo está nuestro movimiento teatral?? ¿NUESTROS TÍTERES??¿cómo está nuestro movimiento literario?? ¿se ha pensado en la serie nacional de pelota para el 500 aniversario, no hay ninguna iniciativa de premiar a los recordistas que logren su record en el josé antonio huelga por ejemplo?? ¿cuántos concursos se han abierto?? que se ha reflejado en las escuelas del aniversario?? ¿cuáles son los dulces tradicionales de la familia espirituana?? ¿qué conocen los pioneros espirituanos de pueblo viejo y de los caciques ornofay y magoon?? ¿CUESTA MUCHO ORGANIZAR EVENTOS DE PARTICIPACIÓN POPULAR sobre la historia de SANTILÉ?? por favor …. en fin el mar …………… y lo peor es que haya quien diga que si estamos bien o si lo estamos porqué no estamos informados, menos consignas y más iniciativas, más trabajo y dedicación.
Mientra los directivos de toda la cultura (que no han sido forjados un ningúna escuela de arte, ni en ningúna manifestación artística) se durmen detrás de los buroes y despilfarrando en lo que no deben los presupuestos, los que si vivimos y luchamos por la cultura, que nos preparamos y trabajamos a diario para sacarla adelante, ingrasando dinero y divisa dentro y fuera del país,seguiremos como el cangrejo y lo mas triste es que no se avisora ningúna mejoría.
Que va a decir la burocracia que siempre ven todo diferente a como lo ven el resto de los mortales?Pienso que el bloquero Carlos Luis Sotolongo es mas sincero,pero preguntale a la gente comun si en realidad hay un esfuerzo para celebrar como se merece el medio siglo en ambas villas