Pese a los contratiempos, el territorio mantiene la entrega de huevos y está próximo a cumplir el plan.
En la Avicultura no cuenta el almanaque; poco importa que sea martes o sábado; febrero o septiembre. Lo que sí conoce bien su colectivo laboral es que muchas veces el huevo saca la cara en la mesa. Por eso Mairén Carmona Valdés, Niurka Torres Manzanar y Juana Pérez Lorenzo apenas repararon en que el pasado 10 de noviembre fuera domingo y se esmeraron, como siempre, en atender a las gallinas. Después conocieron los resultados: la unidad Hermanos Santos, en Jatibonico, logró en esa jornada un índice de puesta envidiable: 84,3 por ciento.
Ejemplos como ese se repiten a lo largo del año en el universo laboral de la Empresa Avícola de la provincia, que una vez más se afinca en la experiencia del colectivo y en la certera conducción de los procesos productivos para esquivar los tropiezos del abastecimiento alimentario —mayoritariamente importado— , mantener la producción y tener garantía de completar el plan anual en la segunda quincena de diciembre.
Para el consumidor lo fundamental es que el huevo llegue por la vía normada o por la venta liberada. Sin embargo, en la entidad los objetivos tienen caminos bien definidos, de ahí la importancia de las estrategias activadas desde inicios de año, entre las que se inscribe alargar la vida productiva de las ponedoras a fin de sortear el déficit de animales en la arrancada del 2013 —unas 20 000 gallinas menos—, razón que obligó a reducir el plan en 5 millones de huevos en relación con el 2012.
“Las entregas de piensos no han sido oportunas este año, la gallina come todos los días y esta es una producción continuada —define Zoila Herrera Chaviano, directora de la Empresa Avícola en Sancti Spíritus—. De julio para acá hay inestabilidad en la entrada del alimento, que fue más acentuada en octubre, específicamente nos afectó la falta de carbonato de calcio, elemento indispensable en la formación de la cáscara y eso repercutió ese mes en la producción y la distribución del huevo”.
En medio de tales contratiempos el territorio acumulaba al cierre de octubre unos 2 millones de unidades por encima de lo planificado hasta esa etapa. “En lo que resta de año no hay dificultades para cubrir las entregas en los distintos destinos de comercialización, cumplir el plan y acercarnos a los 80 millones de unidades, cerca del real del 2012”, manifiesta la directora.
Completar la reposición de los comederos por nuevos aditamentos plásticos figura entre las inversiones más importantes, toda vez que posibilitó eliminar las pérdidas de pienso —entre un 3 y un 4 por ciento— que ocasionaban las roturas en los viejos recipientes.
En este giro hay un parámetro que decide la eficiencia: la viabilidad; por cada 100 gallinas que alojan las naves, la empresa mantiene vivas el 74,5 por ciento. “Ninguna provincia cumple lo planificado, pero Sancti Spíritus y Pinar del Río son las dos que menos animales pierden en el país. Estos resultados nos han permitido también cumplir con la entrega para la venta de huevos liberados, distribución que, en octubre, solo pudieron cubrir Sancti Spíritus y Pinar del Río”, sostiene Zoila Herrera.
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