Escambray Periódico de Sancti Spíritus
En una de las muchas acciones en el Frente Norte cayeron el 2 de noviembre de 1958 el jatiboniquense Julio Careaga y el cabaiguanense Reinel Páez.
El 2 de noviembre de 1958, cerca de Centeno, en el municipio de Yaguajay, cayeron hermanados por sus ideales los combatientes revolucionarios Reinel Páez Pérez y Julio Careaga Durán, en uno de los numerosos enfrentamientos que se libraban por esos días en el Frente Norte, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos.
Lamentablemente, la historia escrita apenas recoge las circunstancias exactas en que murieron ambos jóvenes y las razones que llevaron a Julio Careaga, quien combatía como guerrillero en la serranía de Guamuhaya, a trasladarse a la zona de Yaguajay, donde se incorpora al destacamento Máximo Gómez del Partido Socialista Popular.
Nacido en Jatibonico el 18 de junio de 1942, Julio solo pudo estudiar hasta el tercer grado en la escuela pública del central y luego se ocupó en las arduas tareas del campo, pues en su casa eran 10 las bocas a alimentar, contando a sus siete hermanos y a sus padres, Santiago Careaga y Eugenia Durán.
En 1957, con solo 16 años, se une a la célula del Movimiento 26 de Julio dirigida por Juan Rodríguez Pita, a cuyo mando participa en sabotajes y distribución de propaganda revolucionaria. Pero el enemigo sospecha de Julio y establece sobre él una vigilancia estricta, hasta que, con el propósito de evitar su captura y posible asesinato, el muchacho se va al Escambray y se une a las guerrillas que desde allí combatían contra la dictadura de Batista (1952-1958).
Al parecer, una misión de enlace lo lleva al Frente Norte, donde se une a la tropa del Comandante Félix Torres, de cuyas filas formaba parte en el momento de su caída, cerca de la carretera a Mayajigua.
REINEL Y SU OTRA HISTORIA
El 18 de julio de 1938 nació Reinel Páez en la finca Pedro Barba, del municipio de Cabaiguán y fue el cuarto hijo de una familia de campesinos que, buscando mejoría económica, se traslada a La Habana, donde Reinel matricula en una escuela primaria próxima a su casa y luego prosigue estudios en el Instituto de la Víbora.
Estando en el Instituto, el joven se vincula con otros educandos de ideas revolucionarias, pero a finales de 1957 deja los estudios y pasa a la clandestinidad, desde la que colabora en la creación del Frente Obrero Nacional (FON) del Movimiento 26 de Julio y luego despliega una intensa acción como activista en la barriada de Los Pinos.
Inquieto y arriesgado, Páez se lanza el 8 de julio de 1957 a repartir volantes, romper vidrieras y a gritar consignas en la calle Galiano contra el régimen de Fulgencio Batista, hasta que es detenido y llevado a la Décima Estación de Policía, donde lo amenazan fuertemente y permanece varias horas preso.
Ya en libertad, el joven torna a sus actividades revolucionarias, por lo que el 3 de abril de 1958 los esbirros lo detienen de nuevo, lo torturan y lo remiten reportado de “comunista peligroso” al Vivac del Castillo del Príncipe, a donde llega destrozado, pero con sus convicciones intactas. Allí permanece indoblegable hasta el 17 del propio mes, cuando el Tribunal de Urgencia decreta su liberación.
Pero ya está “quemado” y se decide su alzamiento, por lo que parte hacia la zona norte de la provincia de Las Villas y el 6 de octubre del propio año se incorpora a la tropa de Félix Torres en Jobo Rosado y está presente en la madrugada del día 8 en el instante histórico en que llegan al campamento desde la Sierra Maestra el glorioso Comandante Camilo Cienfuegos y su Columna Invasora No. 2 Antonio Maceo.
El nuevo guerrillero participa en distintas escaramuzas y combates, incluida la toma del cuartel de Venegas en la madrugada del 31 de octubre, con la posterior misión de formar parte de una emboscada en la carretera a Mayajigua, en donde cae mortalmente herido el 2 de noviembre de 1958 junto a Julio Careaga.
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Escambray / ISSN 9664-1277
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