Signada por manifestaciones de amistad transcurrió este sábado la visita oficial del primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, a la República Democrática Popular Lao, al frente de una delegación.
El jefe de Estado y secretario general del Partido Popular, Choummaly Sayasone, tributó al también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba una bienvenida efusiva y cariñosa en el Palacio Ejecutivo, en cuyos salones predominan preciosos ornamentos de madera, una de las principales riquezas del pequeño país indochino de 6,5 millones de habitantes.
Las primeras palabras del anfitrión fueron para preguntar por la salud del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y escuchó con atención que dedica gran parte de su tiempo a investigar cómo solucionar el problema de la alimentación en el mundo.
Igualmente indagó en idéntico sentido por el presidente Raúl Castro, en un extendido diálogo en el que reiteró el apoyo laosiano al fin del bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba y aceptó con agrado una invitación para visitar la isla.
Antes habían concluido las conversaciones oficiales entre las delegaciones de los dos países, encabezadas por Díaz-Canel y el vicepresidente laosiano Bounnhang Vorachit, quien calificó de excelentes las relaciones bilaterales.
Ambas partes expresaron la voluntad común de estrechar aún más esos vínculos en el campo de la colaboración y acordaron ampliarlas no sólo en lo político, sino a su vez en lo económico.
Vorachit considera que Cuba siempre constituyó un estímulo para Laos por su cercanía y resistencia a la primera y agresiva potencia y agradeció al que cataloga de amigo estratégico por su aporte al desarrollo de recursos humanos laosianos.
Esta primera estancia en Vientiane incluyó una visita al primer ministro Thongsing Thammavong, quien dijo recibir a su interlocutor como un familiar que regresa a casa, mientras Díaz-Canel calificó las relaciones mutuas de diáfanas y transparentes.
Después sostuvo un encuentro con el ministro de justicia, Chaleon Yiapacher, al frente de la Asociación de Amistad Laos-Cuba en el que participaron dos de sus miembros que estudiaron en la provincia de Villa Clara y coincidieron allí con el dirigente cubano años atrás, algo que evocaron con simpatía.
La directiva de la Asociación expuso la labor que continúa realizando para dar a conocer y apoyar la causa de los cinco antiterroristas injustamente encarcelados en Estados Unidos.
En la tarde la delegación cubana recorrió la Estupa That Luang, un venerado símbolo inscripto en el escudo de la nación, consistente en un antiquísimo y original complejo arquitectónico, donde según la tradición yacen los restos de los primeros monjes del predominante budismo laosiano, a los que Díaz-Canel prendió cirios a tono con la arraigada práctica de la población.
La jornada concluyó con una cena oficial en honor de los visitantes, a la que concurrieron los principales dirigentes de Laos.
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