El XXV Coloquio de la Cultura Trinitaria, galas, exposiciones, bailables, presentaciones de libros, peñas y ferias integran el programa por el medio milenio de la villa.
Dueño de una sempiterna locuacidad, Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara, historiador de la ciudad de Trinidad (1967-2010), no reparó en sugerirle a Armando Hart Dávalos que la villa tuviera una especie de festival que abarcara variadas manifestaciones artísticas. La propuesta había surgido durante la inauguración de la Casa de la Trova.
“La idea era hacer toda una semana de espectáculos donde el pueblo disfrutara de lo mejor de la cultura local y nacional. Hart me preguntó cuál era mi idea sobre el festival y yo respondí que tributara a cualquier manifestación, mientras fuera un festival cultural”, recodaría años después Carlos Joaquín Zerquera.
A punto se encuentra Trinidad de celebrar la versión 41 del acontecimiento que trascendería como Semana de la Cultura, proyecto extendido luego a toda Cuba. Esta vez la convocatoria asume, lógicamente, como leimotiv los 500 años de la fundación de la tercera villa, suceso que reclamó concertar un programa de acciones dirigidas a los más disímiles públicos.
Dado el relieve del suceso por venir, esta fiesta de las artes acontecerá desde el 7 hasta el 19 de enero, según Israel Calderón Fernández, director municipal de Cultura, quien anunció para el inicio de los festejos el concurso La canción del 500, cuyas obras finalistas ya fueron escogidas.
Con una agenda científica variada, del 9 al 11 de enero se realizará el XXV Coloquio de la Cultura Trinitaria, que tendrá como sede principal el Museo Nacional de la Lucha Contra Bandidos.
En el contexto de dicha cita se desarrollarán el encuentro La trova trinitaria de todos los tiempos, una mesa redonda en torno a la música, y la presentación de un estudio acerca de la cantante y compositora trinitaria Catalina Berroa.
El Comité Organizador que rige los festejos por el medio milenio ha concebido ocho galas artísticas, incluida la denominada Auténtica Trinidad, un don del cielo, fijada para el día 11 de enero y que repasará la historia de la villa y sus más genuinas tradiciones, vistas desde diversas manifestaciones culturales.
Cuatro de las restantes villas: Sancti Spíritus, Camagüey, Santiago de Cuba y La Habana reverenciarán a Trinidad mediante veladas artísticas en diferentes noches, cuando llevarán a escena valores indentitarios de esas ciudades.
La evocación de la misa fundacional, la cancelación del sello postal conmemorativo del aniversario 500, ferias de artesanía y la culinaria del Turismo, desfiles de modas y concursos forman parte, igualmente, de las propuestas.
A estas acciones se suman la proyección de películas y dibujos animados cubanos, peñas literarias, presentación de libros, un megaconcierto organizado por la Asociación Hermanos Saíz, la actuación de agrupaciones musicales y la presentación de elencos teatrales y danzarios.
El programa de las Artes Visuales comprende la apertura de varias muestras, entre estas Cerca del mar y del monte, de Raúl Abreu, y una colectiva en la Galería de Arte Benito Ortiz, donde expondrá, además, Yudit Vidal Faife.
Poco resta para que Trinidad se sumerja en esta vorágine cultural. El éxito de cada propuesta estará sujeto, en primer término, a su organización. De vivir, Carlos Joaquín Zerquera miraría gozoso cómo esta criatura suya disfruta de su mayoría de edad hace tiempo.
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