Un 14 de junio, a 83 años de distancia, América vio nacer a dos grandes héroes: Antonio Maceo y Grajales y Ernesto Guevara de la Serna. En Santiago de Cuba, el uno (1845) y en la Ciudad Argentina de Rosario el otro (1928).
Aún estas figuras egregias convergen en el tiempo y en la historia.
Antonio Maceo, forzado por las circunstancias del exilio, recorre Santo Domingo, Haití, Jamaica, México, Panamá, Perú, Estados Unidos, Costa Rica y Honduras. Che, llevado por su afán de conocimientos y aventuras, desanda gran parte de la geografía Argentina para después, junto con su amigo Alberto Granados, transitar por el propio país al que siguieron Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Más tarde se sumarían Bolivia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y México.
La suerte de la Patria cubana se hizo una para los dos guerreros. Maceo acepta la propuesta de Martí de ir a Cuba en una frágil goleta a desafiar el poderío colonial de España. El primero de abril de 1895 ya está en la Isla. Al Che sólo le bastaron unas horas de entrevista con Fidel en México, para convertirse después de Raúl Castro, en el segundo hombre de la expedición del Granma que arribaría por tierras orientales el 2 de diciembre de 1956.
Ya en las maniguas cubanas, Maceo levanta un ejército a su paso y reverdece la Guerra Grande. Guevara despunta como guerrillero y sobresale por su ejemplo en diferentes combates.
El general Maceo comienza la Invasión a Occidente el 22 de octubre de 1895 en Mangos de Baraguá, lugar de su histórica protesta 17 años atrás, y la completa victoriosamente el 22 de enero de 1896 en Mantua, Pinar del Río. El Comandante Guevara inicia su periplo el 30 de agosto de 1958 en el Jíbaro, Sierra Maestra, y lo culmina el 31 de diciembre en Santa Clara, con la tiranía derrotada.
En común también sobresalieron sus ideales internacionalistas, el Maceo mambí también pensó en la libertad de otros pueblos.
“Cuando Cuba sea independiente, solicitaré al gobierno que se constituya, permiso para hacer la libertad de Puerto Rico…”, el Guerrillero Heroico también hizo uno el sentimiento de todos los cubanos “mientras quede en América, o tal vez, mientras quede el mundo un agravio que deshacer, una injusticia que reparar, la Revolución Cubana no puede detenerse, debe seguir adelante…y debe sentir en sí todos los males de este mundo oprimido en el que nos ha tocado vivir”, “Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos”. Y a América fue Che a continuar la obra de la revolución social.
En la Higuera, Bolivia, en la otrora lavandería del Hospital Señor de Malta permanece aún la imagen del médico argentino cuyo cadáver fue expuesto en este sitio luego de su asesinato el 9 de octubre de 1967. “Nadie muere mientras lo recuerdan”, reza la frase grabada en una de las paredes y tal parece dicha también al Titán de Bronce cuya vida ofrendó a la Patria un 7 de dicembre de 1896 en Punta Brava.
Se que tuvimos la dicha de tener por poco tiempo a qui en Guatemala, la estadia de nuestro Comaandante Fidel Castro luego se fue para Mixico y tambien estubo «El Che» ; lastimosamente nuestros cambios revolucionarios nunca flrecieron iniciados con los gobiernos de de Jacobo Arvenz Guzman y Juan Jose Arevalo y nuestro movimiento Guerrillero que apesar de dejar una secuela de mas de doscientos mil muertos nuestra sociedad no cambia.
De deseo que algun dia tengamos una sociedad mas libre y justa en esta Guatelinda.