El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó este miércoles que dejó de asistir, como estaba previsto, al 68 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU debido a informaciones sobre dos provocaciones planeadas contra su persona en Nueva York.
Sostuvo el mandatario que no acudió a la urbe estadounidense porque durante su estancia allí estaban previstas un par de provocaciones contra él y su comitiva: una, concebida para generar una situación de violencia en esa ciudad, y la otra, para atentar contra su integridad física.
Según Maduro, tuvo oportunidad de evaluar información directa de varias fuentes durante una parada en Vancouver, Canadá, fijada en su itinerario de regreso desde China, adonde viajó el pasado viernes en visita oficial.
Indicó que durante la parada canadiense resolvió continuar directamente hacia Caracas, a fin de preservar su vida y el honor de los venezolanos.
Maduro identificó como responsable de uno de estos planes al «clan de Roger Noriega (exrepresentante estadounidense ante la Organización de Estados Americanos) y Otto Reich (exembajador norteamericano en Venezuela), que es como decir (Luis) Posada Carriles actuando en vivo y directo». «Tenían preparada una provocación loca, terrible», insistió.
El jefe de Estado ha acusado en repetidas ocasiones tanto a Noriega como a Reich de fraguar planes contra su vida y la estabilidad de Venezuela, siempre a partir de vínculos con Posada Carriles, autor confeso de la voladura de un avión civil cubano con 73 personas a bordo en 1976.
Por otra parte, el dignatario venezolano explicó que realizó su viaje a China en una aeronave de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), gestionada por personal cubano, debido a una muy grave falla detectada en una de las alas del Airbus presidencial.
Señaló que aún se investiga ese asunto y que se han convocado peritos nacionales e internacionales.
Asimismo, informó que se pedirán explicaciones a la compañía Airbus, pues dicho desperfecto fue encontrado luego de que la nave pasara cinco meses en los talleres del fabricante en Francia para una revisión en profundidad.
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