El estado del expresidente sudafricano Nelson Mandela continuaba este jueves crítico, pero estable, según un comunicado de la Presidencia de Sudáfrica.
El líder de las luchas contra el sistema de apartheid, de 94 años, recibe los mejores cuidados por parte de un equipo multidisciplinar de profesionales de la salud que están a su lado en todo momento, declaró el Presidente Jacob Zuma en la nota oficial.
Tras visitar este jueves a Mandela en el hospital de Pretoria en el que está ingresado desde el pasado día 8, Zuma agradeció a la nación y a la comunidad internacional su apoyo continuo al exmandatario.
La esposa de Mandela, la mozambiqueña Graca Machel, afirmó, por su parte, que Mandela «no siempre está bien, pero no ha sufrido en ningún momento».
Zuma reiteró en el comunicado su solicitud a todos los sudafricanos para que celebren el próximo 18 de julio el 95 cumpleaños de Madiba, nombre con el que le conoce su pueblo procedente de la etnia xhosa a la que pertenece.
Los honores de ese día al primer presidente negro en las primeras elecciones democráticas del país (1994) comprenden el aporte en trabajos solidarios o comunitarios de 67 minutos, uno por cada año que pasó Mandela luchando contra el régimen racista.
Las actividades de este año por la fecha, declarada en 2009 por la ONU como Día Internacional de Mandela y organizadas por el Centro de la Memoria de Nelson Mandela, comprenden la seguridad alimentaria, la ayuda a los sin techo y la alfabetización.
Festejadas de esa manera desde entonces en Sudáfrica y en otras latitudes, esta cuarta edición está centrada en el lema «Actúa, inspira el cambio, haz de cada día un Día de Mandela».
Unido a ello, la esposa del héroe sugirió que sean ofrecidas donaciones a los proyectos solidarios patrocinados por el expresidente, además de honrarlo con ofrendas que muchos dejan frente al hospital en que está ingresado o en su casa.
El Premio Nobel de la Paz (1993) fue ingresado el 23 de junio último tras varias hospitalizaciones anteriores, la primera de ellas en 2011, fue uno de los principales artífices del desmantelamiento del sistema de apartheid.
Las acciones desplegadas contra ese flagelo que ganó el repudio universal durante décadas condujeron a Mandela a la cárcel, en las que pasó 27 años de su vida y contrajo una tuberculosis cuya secuela los médicos asocian ahora con sus afecciones pulmonares.
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