Más de siete millones de personas de 30 países han sido alfabetizadas con el método cubano Yo, sí puedo, como materialización de la voluntad de la isla de contribuir a erradicar el analfabetismo, informó este lunes el especialista .
José del Real, jefe de Educación para jóvenes y adultos del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño, informó en conferencia de prensa que en estos momentos más de un millón de personas se encuentran en clases, en un programa enfocado hacia el hombre y sus condiciones de vida.
Comenzado en Venezuela a inicios del siglo XXI, con antecedentes en experiencias de alfabetización en países como Haití y México, el proyecto funciona mediante videoclases que se complementan con cartillas o folletos, explicó.
Asimismo, continuó, resulta vital el facilitador: una persona de la misma comunidad preparada por especialistas para que ayude a sus vecinos y compañeros en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
«La presencia de este facilitador, que no es un extraño sino un miembro de la comunidad, constituye un elemento fundamental para que el programa se desarrolle de manera acertada, pues una de las premisas básicas es contextualizar todo el plan», señaló.
En este sentido, el experto argumentó que antes de aplicar el Yo, sí puedo en un nuevo país, se realiza un proceso de adecuación al contexto sociocultural y lingüístico, así como a las necesidades educativas y los intereses de cada población.
Ello incluye, añadió, el ajuste a los idiomas inglés, portugués y francés, este último todavía en desarrollo, y también a lenguas originarias como quechua, aymara y guaraní.
«La contextualización es esencial para el éxito del programa, y además porque nuestro propósito no es solo enseñar a leer y escribir, sino formar ciudadanos instruidos y conscientes que contribuyan al desarrollo de sus pueblos», enfatizó.
En varios países donde se ha terminado la aplicación del programa, la continuidad de estudios se ha favorecido con otros proyectos como Ya puedo leer y escribir y Yo, sí puedo seguir, manifestó del Real.
Con respecto al surgimiento de la iniciativa, el académico apuntó que partió de la certeza de que el trabajo en las instituciones de los diferentes países del planeta era insuficiente para erradicar el fenómeno del analfabetismo.
Por esa razón, dijo, Cuba diseñó este método alternativo que ha contribuido a paliar el flagelo, a pesar de que sus dimensiones a nivel mundial continúan siendo notables.
De cualquier forma, opinó, si estas campañas no se complementan con una cobertura universal del sistema educativo, aunque en un momento dado se erradique el analfabetismo en alguna región, vendrán nuevas generaciones que volverán a la misma situación.
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