Al cierre del primer trimestre del 2013 una buena nueva trae la exclusividad a la salud espirituana: hasta la fecha constituye la única provincia del país en la que no se reportan fallecimientos de menores de un año ni muertes maternas.
De acuerdo con el doctor Pavel Nodarse Fleites, jefe del Dpto. Provincial del Programa de Atención Materno Infantil, no son los únicos indicadores halagüeños. “En lo que va de año se ha logrado reducir también el índice de bajo peso al nacer, hoy es de 3.3 por cada 100 nacidos vivos, al punto de que solo han nacido dos niños con un peso inferior a los 1 500 gramos -bajo peso extremo-, los cuales han logrado sobrevivir”.
A juicio del directivo ello se debe no solo a la calidad de la atención médica en la terapia intensiva pediátrica y de los servicios neonatales, sino también a varias estrategias que, desde la Atención Primaria de Salud, han intentado acorralar la prematuridad, uno de los factores que han lastrado la mortalidad infantil de la provincia en años precedentes.
“Hoy se han protocolizado varias acciones desde la comunidad y han dado frutos, como el ingreso oportuno en los hogares maternos y las cervicometrías tempranas a las gestantes con riesgos de prematuridad, además de la detección precoz de los factores de riesgo que puedan incidir en esa patología”, sostiene el directivo.
No obstante, en la actualidad -según Nodarse Fleites- el énfasis recae en el puerperio de riesgo a fin de incrementar la vigilia sobre las puérperas, pues la mortalidad materna fue uno de los indicadores más elevados durante el pasado año.
De enero a la fecha más de un millar de niños han nacido en la provincia, lo cual representa cerca de 50 nacimientos menos que en igual período del 2012, por lo que se evidencia una notable tendencia a la reducción de la natalidad.
Mas, algunas acciones intentan ponerle frenos a tal fenómeno. Según Nodarse Fleites, “hemos continuado insistiendo en la atención a las féminas en edad fértil, de ahí que se siga aplicando -a más de 16 000 mujeres- el proyecto de educación poblacional sobre el uso del Ácido fólico y el Polivit para contrarrestar malformaciones congénitas en el futuro embarazo. Además, se trabaja en el tema del aborto seguro, con el objetivo de reducir el número de interrupciones y lograr que las que se realicen sean por la vía medicamentosa, con las tabletas de Misoprostol, y no quirúrgica.
“A ello se añade el funcionamiento de la consulta de infertilidad en todos los territorios y, además, se prevé abrir en el segundo semestre del año un centro de baja tecnología para la atención a la pareja infértil”.
Lo más preciado, los niños, si hoy logramos reducir su mortalidad, es un gran logro, felicitaciones a ese sector que con tanto esmero han trabajado. Seguimos adelante. La Revolución es grande.