Obama recalcó que Siria debe cumplir con los términos estipulados y reiteró la disposición de la Casa Blanca de atacar «si la diplomacia falla».
El presidente estadounidense, Barack Obama, insistió este sábado en la amenaza militar contra Siria aunque saludó junto, a la comunidad internacional, un pacto preliminar sobre las armas químicas del país árabe que pudiera facilitar una salida pacífica a su crisis.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, y el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, cerraron este sábado un encuentro de tres días en Ginebra tras acordar darle una semana al gobierno de Bashar al-Assad para dar cuentas sobre ese tipo de productos.
Las partes convinieron en desplegar inspectores internacionales el mes próximo, eliminar las sustancias nocivas a mediados de 2014 y permitir al Consejo de Seguridad sancionar a Damasco en el marco del Capítulo siete de la Carta de la ONU, que avala el empleo de la fuerza si viola el compromiso acordado.
«Este marco proporciona una oportunidad para eliminar las armas químicas de un modo transparente, expeditivo y verificable (…) pero decidí que Estados Unidos debe tomar medidas para impedir que Siria utilice armas químicas y degradar su capacidad para usarlas», indicó el presidente en un comunicado.
Mientras, el senador republicano Bob Corker dijo que con ese paso el gobierno estadounidense «laceró la credibilidad de Estados Unidos» y urgió a Obama a actuar con cautela en lo adelante para proteger los intereses de Washington en Siria y Medio Oriente.
«Sin amenaza militar, dudo que Siria cumpla con el acuerdo (…) Me preocupa que esas negociaciones no sirvieran para reiterar nuestra postura exterior, incluido el apoyo a las fuerzas de oposición y la disponibilidad de atacar con nuestros aliados naciones hostiles», dijo en un comunicado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la Unión Europea y países como Francia, Alemania y Reino Unido también saludaron la iniciativa de Ginebra y manifestaron esperanzas en que abra las puertas al fin del conflicto sirio.
Sin embargo, las fuerzas rebeldes del país árabe rechazaron el acuerdo ruso-estadounidense y alertaron que continuarán su lucha hasta que derroquen a al-Assad.
«No podemos aceptar esta iniciativa», dijo el jefe del opositor Ejército Libre Sirio, Salim Idris.
Kerry y Lavrov se reunirán nuevamente el próximo día 28 en Nueva York y se espera que anuncien la fecha de una segunda cita en Ginebra.
Estados Unidos acusa al gobierno sirio de atacar con armas químicas a la población y usó ese argumento para lanzar una amenaza de guerra, aunque al menos 60 por ciento de sus ciudadanos y militares rechazan esa idea tras las costosas e infructuosas contiendas en Irak y Afganistán.
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