El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon,insistió este viernes en una solución diplomática de la crisis en Siria que ponga fin a los sufrimientos de la población en ese país.
Una carta dirigida por Ban al Centro Internacional de Investigaciones Pio Manzú, un organismo con status consultivo con la ONU en Italia, subraya que la situación en esa nación árabe representa la principal amenaza a la seguridad internacional.
Naciones Unidas suministra la asistencia necesaria para salvar vidas humanas, agrega, en momentos en que crece la preocupación por el gran número de personas desplazadas por la agresión contra ese país orquestada por mercenarios de más de 80 países.
Al respecto, la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, indicó hoy que la continuidad del conflicto deteriora a diario las condiciones de vida de los civiles, en un escenario agravado por la cercanía del invierno.
Amos llamó a las partes a poner fin a las hostilidades y a apoyar la ayuda internacional para los desplazados y otras víctimas de la crisis.
El problema en esa nación del levante es causado, fundamentalmente, por el enfrentamiento desde 2011 a bandas irregulares financiadas desde el extranjero, lo que provocó cerca de siete millones de desplazados internos y externos, de acuerdo con datos de la ONU.
La Subsecretaria precisó ante el Consejo de Seguridad que las hostilidades afectaron de manera severa las infraestructuras de salud, educación y alimentación, así como la religiosa, blanco constante de las acciones de los grupos extremistas, precisan fuentes cercanas a la crisis.
En Damasco y otros lugares, más de tres mil escuelas y una cifra importante de mezquitas han sido destruidas o dañadas, muchas panaderías no funcionan y resultaron afectados alrededor del 60 por ciento de los hospitales, el 90 por ciento de las ambulancias y el 70 de las plantas farmacéuticas, lamentó Amos.
Repetidamente decimos que solo un genuino proceso político puede poner fin al sufrimiento del pueblo sirio «mientras, llamamos a una mayor gestión humanitaria que llegue a los civiles afectados», afirmó.
Los pronunciamientos de la ONU coinciden con aproximaciones para convocar la conferencia de Ginebra II, reunión que la llamada oposición siria trata de boicotear con su negativa a participar.
Estados Unidos y sus aliados apoyan la conferencia, la que ven como un espacio de transición que obligue al presidente Bashar al-Assad a dejar el poder, postura considerada una injerencia en los asuntos internos de Siria y una condicionante inacapetable.
Mientras tanto, Lahkdar Brahimi, representante especial de la ONU y la Liga de Estados Árabes para Siria prosigue su gira por la región con el fin de acercar posiciones para la celebración de la cita ginebrina, pese a declaraciones de la llamada oposición que condiciona su participación y pone en peligro una solución.
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