La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, condenó este martes las violaciones de soberanía y de derechos de los ciudadanos por actividades de espionaje de Estados Unidos y reclamó acciones de las Naciones Unidas para lograr la neutralidad de Internet.
En la apertura de la 68 Asamblea General de la OUN, Rousseff criticó de manera enérgica el funcionamiento de «una red global de espionaje electrónica» que quebranta derechos humanos y libertades civiles; que invade y captura informaciones estratégicas empresariales y sobretodo irrespeta la soberanía nacional.
Estas actividades generaron gran repudio internacional y en el caso de Brasil la situación fue más grave pues fueron objeto de interceptación representaciones diplomáticas, incluida la misión de las Naciones Unidas y la propia presidencia de la República, subrayó.
«Inmiscuirse de esta forma en la vida de otros países hiere el derecho internacional y afronta los principios que deben regir las relaciones entre estos, sobre todo entre naciones amigas», aseveró.
La mandataria abogó por la necesidad de impulsar acciones de manera conjunta para garantizar la neutralidad de Internet, la libertad de expresión, la privacidad de las personas y la soberanía de los pueblos.
«Sin el respeto a la privacidad, no hay una verdadera libertad de expresión y por tanto no existe una efectiva democracia», agregó.
Destacó que su gobierno presentó una protesta a Estados Unidos por tales actividades, exigió explicaciones, disculpas y garantías para que tales procedimientos no se repitan.
La Jefa de Estado se opuso a que las tecnologías de la información y redes de Internet se conviertan en un nuevo campo de batalla entre los estados y abogó por adoptar medidas para evitar que el ciberespacio se convierta en un nuevo escenario de guerra y sea utilizado para el espionaje y el terrorismo.
Rousseff pidió a la ONU desempeñar un papel protagónico para regular el comportamiento y uso de estas tecnologías y también de la Internet como garantiza de la democracia. Adelantó que Brasil presentará propuestas para facilitar el uso civil y crear un gobernanza colectiva del ciberespacio y medidas que permitan garantizar la inviolabilidad de los datos.
En su intervención, la presidenta brasileña abogó por la solución pacífica de la crisis en Siria, saludó la adhesión de Damasco al tratado de prohibición de uso de armas químicas y repudió las pretensiones de Estados Unidos y de algunos de sus aliados de usar la fuerza contra el país árabe sin el apoyo del Consejo de Seguridad.
Finalmente, reiteró la necesidad de democratizar el Consejo de Seguridad, el cual necesita de una ampliación de sus miembros para alcanzar legitimidad y representatividad.
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