La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) trae prosperidad a millones de habitantes en la región y representa un proyecto de esperanza para el planeta, señaló este lunes Rosario Murillo, integrante del Ejecutivo nicaragüense.
En opinión de Murillo, la evaluación sintetiza la trayectoria del bloque y el valor de los nuevos acuerdos suscritos la víspera con uno de los países fundadores del ALBA, Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, encabezó las conversaciones junto a su par nicaragüense, Daniel Ortega.
Desde el ALBA se construye un escenario de hermandad para la felicidad de nuestros pueblos, sobre bases humanistas, solidarias, complementarias, en la que la preocupación de los presidentes es el bienestar, la tranquilidad, la seguridad, la prosperidad, consideró la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía.
Esta alianza, iniciativa de Fidel Castro y Hugo Chávez, reafirma lo que sabemos: «somos pueblos hermanos, unidos en la esperanza y la certeza de la liberación», juzgó la funcionaria, al destacar la repercusión de programas como la Operación Milagro y de los que ofrecen atención masiva a personas discapacitadas.
Mediante la Operación Milagro, millones de latinoamericanos han recuperado la visión con intervenciones quirúrgicas y tratamientos oftalmológicos gratuitos, recordó.
Sabemos, dijo, que América Latina es en este planeta el territorio de la esperanza para tantos pueblos que sufren.
Aquí (en el continente) nos esforzamos por construir la esperanza y mantenerla invicta, con la fortaleza de la cultura, la identidad y la bravura de nuestros pueblos, agregó.
De ello hablaron los presidentes Ortega y Maduro, de cómo continuar fortaleciendo estos rumbos de victoria en temas como seguridad alimentaria, energía, educación, salud, vivienda, fomento del turismo, cadenas productivas y atención integral a las familias.
Solo dentro del ALBA, opinó Murillo, tienen lugar estos programas de restitución de derechos humanos y los seguiremos profundizado con la participación social, porque no hay proceso revolucionario que pueda desarrollarse sin contar con el pueblo, con las mujeres y los jóvenes como protagonistas y garantía de continuidad.
Otra clave, advirtió, es la actualización sistemática de los modelos, en lo político, económico y social, para multiplicar el trabajo y ser cada vez más efectivos en cada una de las acciones para sumar felicidad, que es el propósito de estos procesos libertarios.
Asimismo, apreció el aporte del acuerdo energético de Petrocaribe, cuyos estados miembros sostendrán en Managua el próximo 29 de junio una cumbre presidencial, tema del cual también dialogaron Ortega y Maduro.
«Fue un buen fin de semana para la hermandad en la Patria Grande, un buen fin de semana para nuestros pueblos», resumió Murillo.
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