El presidente paraguayo, Horacio Cartes, negó este viernes que tenga algún problema con la presencia de Venezuela en Mercosur y anunció haber pedido mediación de las presidentas de Brasil y Argentina para resolver diferencias de tipo jurídico.
Cartes respondió así a preguntas de Prensa Latina durante una reunión sostenida con corresponsales extranjeros y aseguró que existe total disposición de su país para resolver el diferendo.
Hemos hablado de Venezuela con las presidentas de Brasil y Argentina, a ambas les dije que tenemos la disposición total y apelé al conocimiento y experiencia de las dos para que nuestros cancilleres vayan encontrando una solución, añadió.
Igualmente, recordó que, en ocasión de su triunfo electoral el pasado 21 de abril una de las llamadas más atentas para felicitarlo fue la del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Yo no diría ni siquiera que existe un problema con Venezuela, sino puntos por solucionar de tipo jurídico, pues Paraguay tomó una posición sobre el tema, les pedí cooperación a las presidentas y ellas ya empezaron a trabajar en eso, añadió.
Cartes recalcó que es partidario sinceramente de que todos los países de la región estén hermanados y trabajando juntos porque solos ninguno resolverá los problemas existentes.
Ampliando sobre el asunto dijo que no existe cualquier problema de tipo político con Venezuela y Paraguay sólo planteó un tema jurídico porque, al estar suspendido de la membresía de Mercosur, no participó en la Cumbre donde se dio entrada a la nación bolivariana.
Interpretamos el Tratado firmado en la constitución del Mercosur y la petición hecha sobre la presidencia pro témpore era para resolver la cuestión en el Parlamento paraguayo y lo existente ahora sobre la mesa es la disposición a encontrar soluciones, resaltó.
Cartes admitió que, inclusive, el Congreso paraguayo puede proponer soluciones y pasarlas a la Cancillería para dar término a la diferencia jurídica.
En otra parte de la conferencia exaltó la buena atmósfera que marcó sus conversaciones con las mandatarias Dilma Rousseff y Cristina Fernández, sobre las relaciones bilaterales con esas naciones vecinas.
En el caso de Argentina se refirió a la posibilidad de echar a andar otras dos pequeñas hidroeléctricas cercanas a Yaciretá y también agregar cinco turbinas a ésta última, algo beneficioso para los dos Estados.
Fue critico con la administración paraguaya de Yaciretá y dijo que había destruido prácticamente ese bien nacional colocando a más de dos mil 400 empleados por razones fundamentalmente ajenas al interés del país.
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