La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó este jueves en primera discusión el proyecto de Ley Habilitante solicitado por el presidente Nicolás Maduro con el objetivo de arreciar la cruzada gubernamental contra la corrupción.
Tras un pugnaz debate entre los miembros de las bancadas socialista y opositora, la opción del «sí» se impuso por 99 votos contra 60 y, de tal modo, fue cumplido el requisito de que tres quintas partes del Parlamento dieran su anuencia a esta legislación especial.
El segundo debate, y decisivo, quedó fijado para la sesión ordinaria del próximo martes.
La Ley Habilitante permitiría al jefe de Estado dictar por 12 meses decretos con rango, valor y fuerza de ley en las materias que le sean delegadas.
Por lo pronto, Maduro anunció que una vez dotado de poderes especiales promulgará un estatuto que regule precios, costos y ganancias por sector.
De igual manera, adelantó que se elevarán al máximo las normas y penas contra quienes lleven a cabo prácticas especulativas.
El vicepresidente para el Área Económica, Rafael Ramírez, aseguró recientemente a la prensa que ya se trabaja en la formulación de un conjunto de herramientas legales para cuando la Habilitante entre en juego.
Tales declaraciones han sido emitidas en una coyuntura calificada por el Gobierno como de guerra económica. Las autoridades atribuyen acciones especulativas y de acaparamiento a sectores de la derecha, presuntamente interesados en desestabilizar la situación interna.
Durante su petición oficial de la Ley Habilitante, Maduro apostó por una regeneración ética en la sociedad venezolana y por la superación del modelo económico del rentismo petrolero, que en su opinión favoreció históricamente a una burguesía parasitaria.
También aseguró entonces que las nuevas disposiciones contra la corrupción caerán con igual peso sobre los culpables, sin importar su alineación política.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.