Medios digitales especulan que el posible ataque podría ser en cuestión de días, sin embargo, otros más osados fijan que la decisión de Obama ya está tomada.
Un grupo de 22 legisladores, la mayoría republicanos, pidieron al presidente estadounidense, Barack Obama, que consulte al Congreso y espere su autorización antes de lanzar un ataque contra Siria, un hecho que, a juicio de observadores políticos, parece inminente.
En una carta enviada al gobernante, los firmantes se niegan a que Washington involucre a sus militares en una nueva aventura bélica, cuando «cuando no existe ninguna amenaza directa a los Estados Unidos».
Además, como escribió el representante Scott Rigell, «sin autorización del Congreso violaría la separación de poderes que está claramente delineada en la Constitución».
El legislador recordó que la decisión de Obama de permitir en 2011 el ataque del Pentágono en Libia sin la luz verde del Capitolio fue inconstitucional.
Entre los que habían rubricado la misiva hasta este martes solo hay un demócrata, Beto O’Rourke, de Texas.
Los congresistas deben regresar el próximo 9 de septiembre de sus vacaciones, pero la administración de Obama ha dado señales de que una acción contra el presidente sirio Bashar al-Assad puede ser cuestión de poco tiempo.
La Casa Blanca afirmó este martes que sigue aún sin tomar una decisión sobre un eventual ataque estadounidense contra Siria, cuyo pretexto se alimenta bajo el supuesto uso de armas químicas por parte de las autoridades de Damasco.
Durante su habitual conferencia de prensa diaria, el portavoz de la mansión ejecutiva, Jay Carney, volvió a repetir los mismos argumentos expresados desde que la semana pasada se endureciera el tono de la retórica del Gobierno de Obama, que ha pedido reunir con urgencia las pruebas que incriminarían al Gabinete de Al-Assad.
Carney reiteró que será el Presidente quien anuncie la decisión, que para no pocos analistas implica un eventual ataque con misiles crucero contra objetivos sirios, una opción que evitaría el menor impacto dentro de las fuerzas aliadas.
El vocero subrayó que la Casa Blanca está segura de la imputación contra Siria, lo que se discute es cuál será la respuesta.
Medios digitales especulan que el posible ataque podría ser en cuestión de días, sin embargo, otros más osados fijan que la decisión de Obama ya está tomada y que una agresión llegará tan pronto como el jueves venidero.
Un grupo de las Naciones Unidas tiene previsto visitar mañana de nuevo la zona de Damasco donde, supuestamente, se utilizaron armas químicas por parte de las autoridades del gobierno sirio.
Esta misión de la ONU fue agredida por francotiradores de la llamada oposición armada, que acusó a Damasco de haber empleado este tipo de artefactos contra la población civil el pasado 21 de agosto.
El gobierno de Al-Assad ha negado categóricamente estas acusaciones e insiste que es una burda manipulación de Estados Unidos, Occidente y aliados árabes por facilitar la intervención militar en el país.
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