El presidente de Ecuador, Rafael Correa, presentó este martes ante el mundo la contaminación dejada en la selva amazónica por la multinacional petrolera estadounidense Chevron.
«Esta es la mano sucia de Chevron» expresó el mandatario al mostrar su mano llena de petróleo luego de introducirla en una de las mil piscinas que se dejaron en la región, en las que no se realizaron los trabajos necesarios para evitar el daño medioambiental.
Correa recorrió junto a autoridades del país y medios de prensa nacionales e internacionales el pozo Aguarico 4, ubicado en la localidad de Lago Agrio, en la provincia de Sucumbíos y allí recibió una explicación técnica de la contaminación que dejó la antigua Texaco, que luego fue adquirida por Chevron.
Con esta visita inicia una campaña internacional, durante la cual personalidades del mundo que han unido sus voces a esta condena recorrerán varias zonas de la Amazonía donde operó esta trasnacional.
La campaña gubernamental obedece a la negativa de la empresa de reconocer el fallo de un tribunal ecuatoriano que la condenó a pagar una indemnización de 19 mil millones de dólares a los pobladores de la Amazonía.
En su lugar, Chevron apeló a una corte de arbitraje internacional, y acusa a la justicia de Ecuador de haber cometido actos de corrupción en su contra.
Correa aseguró que la compañía petrolera utilizó técnicas anacrónicas en el país andino para ahorrarse unos dólares.
Lo que hizo en Ecuador no tiene nombre, recalcó el mandatario, quien dijo que como parte de la campaña su gobierno pretende traer al país a diferentes personalidades internacionales para que constaten los daños ambientales provocados por la transnacional.
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