Nicolás Maduro reforzó su apuesta en dos frentes prioritarios: la cruzada contra la corrupción y la construcción de «una sociedad de paz y convivencia».
Previo a la inauguración del Cabletrén Bolivariano -sistema de transporte elevado- en la parroquia Petare, estado de Miranda, el dignatario se refirió a las acusaciones de corrupción realizadas la víspera por la bancada parlamentaria socialista contra la cúpula del opositor partido Primero Justicia (PJ).
Maduro calificó de impublicables «las fotos y videos de orgías» -este martes apenas se presentaron algunas imágenes- en que estaría implicado Oscar López, director del despacho de la Gobernación del estado de Miranda, encabezada por el excandidato presidencial Henrique Capriles.
Durante sesión plenaria celebrada en el Hemiciclo del Palacio Federal Legislativo de Caracas, el diputado socialista Andrés Eloy Méndez sostuvo -mediante facturas por cientos de miles de bolívares (6,3 por dólar)- la supuesta vinculación de López con hechos de corrupción e incluso prostitución.
Tras un acalorado debate, la bancada alineada con el Gobierno hizo valer su mayoría para dar luz verde a un acuerdo de condena a la dirigencia de PJ, que también cuenta en sus filas con Richard Mardo, cuya inmunidad parlamentaria fue allanada recientemente para investigarlo por defraudación fiscal y legitimación de capitales.
Este miércoles, Maduro testimonió igualmente su condena no solo a la presunta corrupción financiera, sino también a lo que llamó «un lobby de prostitución travesti y gay».
Manifestó que «el gobernador de Miranda (Capriles) o no sabía -lo cual consideró muy grave-, o lo sabía y está encubriendo».
El Presidente aclaró que su posición y la de los diputados socialistas están lejos de ser expresiones de homofobia, tal como se aduce desde sectores de oposición.
No somos ni seremos jamás homofóbicos, aseguró el jefe de Estado, quien mantuvo que el proceso revolucionario ha reivindicado al ser humano en Venezuela.
«Me da alegría saber que la comunidad sexo-diversa no se deja manipular», afirmó Maduro, acompañado por representantes de ese movimiento y enarbolando su bandera multicolor.
No obstante, dijo estar seguro de que, más allá de su dirigencia, en PJ hay gente honesta y, en consecuencia, se preguntó: «¿Por qué la solidaridad automática, por qué la sociedad de cómplices?».
A continuación, Maduro encabezó un procedimiento para la inutilización de un lote de armas incautadas en las calles.
Ratificó que el objetivo es desarmar la sociedad venezolana y construir la convivencia y la paz en las comunidades.
Aseveró el dignatario que espera a mediano plazo «resultados contundentes» a partir del cruce de ejes como la vigilancia y el combate al crimen, por una parte, y el trabajo de transformación social mediante la cultura, el deporte, por la otra.
Las armas ahora inutilizadas, una vez destruidas definitivamente, se convertirán en cabillas para la construcción, aseguró Maduro.
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