Escambray Periódico de Sancti Spíritus
El rechazo al espionaje del que han sido víctimas por los servicios secretos de EE.UU. ha trascendido de distintas formas en Cumbre del G-20.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, exigió a su par de EE.UU., Barack Obama, una investigación y sanciones sobre el espionaje del que fue víctima por los servicios secretos norteamericanos.
México ha dejado en claro que debe haber una investigación y que si se ha actuado fuera de los acuerdos internacionales y fuera de la ley, debe haber las sanciones correspondientes, dijo en una entrevista transmitida por el canal global Rusia Today.
A propósito de la cumbre de las 20 economías más desarrolladas del planeta (G-20), el mandatario ofreció aquí la exclusiva en la cual dijo que el tema del espionaje norteamericano durante su candidatura y ya como presidente centró su plática con Obama.
El Gobierno mexicano demandó una investigación a fondo que permita deslindar responsabilidades y conocer a profundidad si esto ha sido cierto, sostuvo el gobernante de la nación aliada de Estados Unidos y Canadá en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Interrogado acerca de la inminencia de una acción militar de Washington contra Siria, Peña Nieto condenó el clima de violencia y opinó que la responsabilidad de su solución incumbe al Consejo de Seguridad de la ONU, con lo cual se distanció de la decisión unilateral de Obama.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reportó el mismo canal, podría cancelar una visita a Estados Unidos en medio de la indignación provocada por informes de espionaje contra sus comunicaciones privadas, según una fuente gubernamental.
Un funcionario de alta jerarquía en el ejecutivo brasileño -no identificado- estimó que Brasilia podría reaccionar frente a esa violación de las leyes internacionales con una limitación de los lazos comerciales si no recibe disculpas oficiales. Fuentes del gabinete brasileño informaron que todas las justificaciones presentadas por Washington resultaron falsas.
La Agencia de Seguridad Nacional estadounidense tuvo como objetivo los sectores comercial e industrial brasileños, con énfasis en las reservas petroleras, precisó recientemente el Ministro de Comunicaciones del gigante suramericano, Paulo Bernando.
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Escambray / ISSN 9664-1277
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