En 50 años la vida me ha dado la fortuna de servir a mi patria, a mi pueblo, a esta Revolución que se hace desde el alma hasta el infinito, afirmó Ramón en una misiva por su cumpleaños.El antiterrorista cubano Ramón Labañino, condenado a 30 años de privación de libertad en Estados Unidos, evaluó en un mensaje difundido en Cuba sus motivos para servir a su Patria y a la humanidad.
«En 50 años la vida me ha dado la fortuna de servir a mi patria, a mi pueblo, a esta Revolución que se hace desde el alma hasta el infinito. A ella debo todo lo que soy, el hijo, el padre, el esposo, el compañero, el amigo, el patriota…. El hombre», afirmó en una misiva por cumpleaños el domingo pasado.
En su carta, agradece a sus cuatro compañeros de lucha (René González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández y Fernando González), por acompañarlos «en esta pelea férrea por Cuba, por la humanidad».
Labañino dedicó sus palabras a todas las personas que ama, entre ellas a su esposa Elizabeth Palmeiro y a sus tres hijas, a quienes, dice, «debo mi gratitud por hacerme el padre que soy».
También se congratuló de su modesta y amorosa familia por haberlo hecho el hijo y el hermano que es, y el ser humano que piensa y actúa con amor.
En 50 años he conocido hermanas y hermanos del mundo entero que son como sangre de nuestra sangre, que corren a nuestro costado, que luchan codo a codo con nosotros. A ellos debo gratitud eterna por la compañía, por la solidaridad, asegura.
En el texto, difundido por la televisión nacional, señala que por eso puede decir que en estos primeros 50 años ha sido y es un ser afortunado.
«¡Gracias a la vida!. Así celebro hoy mi cumpleaños», asevera en su misiva desde la cárcel donde permanece recluido.
Labañino es uno de Los Cinco, como se les conoce internacionalmente a los antiterroristas cubanos, quienes fueron sancionados con penas extremas por abortar acciones terroristas contra su país organizadas desde La Florida.
René González se encuentra en Cuba luego de cumplir su sanción y renunciar a la ciudadanía estadounidense que había obtenido por nacimiento, para poner fin a la condición de libertad supervisada.
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