El maíz se incluye, junto al arroz y el frijol, en la trilogía de granos de alta potencialidad productiva en el país, pero que a su vez cada año recaba apreciables sumas de dinero para su adquisición en el exterior a fin de respaldar la elaboración de piensos porcinos.
De ahí que este sea uno de los compromisos de alta incidencia que enfrenta el territorio como parte del programa de sustitución de importaciones y, a juzgar por el panorama de la actual campaña, la misma augura posibilidades de que Sancti Spíritus debe aportar a la economía los niveles planificados.
Para asegurar las 4 235 toneladas inscritas en el plan del 2013, la rama agrícola necesitaba sembrar 3 850 hectáreas (ha) —sobre la base de obtener un rendimiento mayor a la tonelada por ha—; más la vulnerabilidad del cultivo ante los eventos meteorológicos, tal como se evidenció el pasado año, aconsejó ampliar esa área y se plantaron unas 800 ha más.
Se sobrepasa el nivel de siembra como estrategia para cubrir cualquier daño que pueda presentarse, afirma Idel Gil Coca, subdelegado de Cultivos Varios en el territorio; “hemos logrado una buena agrotecnia en el cultivo, el estado vegetativo es favorable, no se reporta hasta el momento ninguna afectación, entró la totalidad del paquete tecnológico y toda la producción está contratada para ese destino, por lo que consideramos que de no ocurrir un fenómeno de gran magnitud, este año el maíz puede dignificarse”.
La potencialidad de la provincia para tributar este grano, que representa alrededor del 75 por ciento de la dieta del cerdo, no está por demostrarse pues en años anteriores se acopiaron para la sustitución de importaciones unas 5 000 toneladas.
“El seguimiento y respaldo a la campaña contribuye a que el maíz enseñe hasta el momento un mejor rostro y esperamos que el cultivo tenga la madurez fisiológica para la cosecha, concentrada principalmente a partir de septiembre”, manifiesta Idel Gil.
Según directivos de la rama porcina en Sancti Spíritus, en esta primera parte del año la provincia ha recibido para la elaboración de piensos unas 6 000 toneladas de maíz importado, de manera que si apreciamos que los contratos de entrega de los productores espirituanos se concentran para los meses finales del segundo semestre, notaremos la necesidad que tiene el país de contar con la producción planificada y con futuros incrementos, toda vez que el grano constituye la base, junto a la soya, del alimento porcino.
Estas cifras son insuficientes si tenemos en cuenta el área cultivable de la provincia, en toda Cuba se puede sembrar el maíz que requiere el país para la alimentación animal y humana y se pueden obtener rendimientos por encima de las 2.500 ton/ha sin ningún tipo de problema. Esto se puede lograr con maquinarias, insumos y fuerza de trabajo aunque esta última no es tan numerosa su necesidad si se aplica la tecnología.