En lo que va de año se reportan en la provincia 50 nacimientos menos que en igual período del año anterior.
Aun cuando en el primer trimestre del año ya habían nacido en la provincia más de un millar de niños, lejos está la procreación espirituana de asemejarse a la china, por ejemplo.
Lo preocupante es que no resulta casual: en el 2012 la cifra de nacimientos se redujo respecto al año anterior en más de 200. Y parece no tener cura entonces esa predisposición femenina, y a veces masculina, al parto.
Aunque se esgrimen razones desde materiales hasta espirituales, desvela sobre todo porque Sancti Spíritus es la tercera provincia más envejecida del país, de ahí que se intenten encauzar varias acciones para contrarrestar tal supuesta apatía.
Aseguran directivos del sector sanitario en la provincia que desde el pasado año una estrategia de educación poblacional se instituye, actualmente involucra a las féminas de todos los municipios de la provincia, para acorralar futuras malformaciones congénitas. Además se insiste, sobre todo, en disminuir el número de abortos.
A ello se añade el funcionamiento en todos los municipios de las consultas de atención a las parejas infértiles, las cuales deberán fortalecerse con la puesta en funcionamiento de un centro de baja tecnología para el tratamiento de la infertilidad.
No obstante, más de 300 consultas han sido realizadas por los especialistas y durante el pasado año 97 embarazos se lograron en parejas que requirieron dicha atención especializada.
Mientras tantos esfuerzos validen su eficacia, habrá que mover otros resortes, sobre todo porque se trata de una decisión, que más allá de tratamientos e incentivos médicos, depende de dos.
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