Trinidad se acerca al medio milenio con diversos trabajos de conservación enfilados al mejoramiento de su patrimonio.
En la antesala de los cinco siglos de su fundación, a celebrarse en enero próximo, múltiples acciones de rescate y conservación se avivan en importantes espacios, sitios e inmuebles del Centro Histórico de Trinidad y el Valle de los Ingenios, las que de forma integral redundarán en el mejoramiento del patrimonio histórico y el bienestar social en los dos escenarios declarados por la UNESCO en 1988 Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Si bien todos los proyectos que se acometen reciben el empuje del programa de trabajo concebido a propósito del medio milenio solo una parte de ellos estarán listos para la fecha; en tanto otros, por su magnitud y complejidad, proseguirán el camino de la restauración.
Norberto Carpio Calzada, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, detalló a la prensa que entre las labores más representativas figuran el rescate del Palacio Iznaga para convertirlo en una planta hotelera y las reparaciones del teatro La Caridad y el Museo Romántico (Palacio Brunet), obras cuya reconstrucción se extenderá más allá del aniversario de la ciudad.
Otros inmuebles de marcado valor patrimonial calificados como viviendas o en función del quehacer de la Oficina engrosan esa lista, entre los que se destacan el edificio localizado en la calle Alameda esquina a Colón; la Casa Frías, que acogerá el Centro de Interpretación de la Ciudad (incluida una maqueta del Casco Histórico) y la Casa Malibrán, singular edificación que en su segunda planta albergará el Centro de Documentación del Patrimonio.
“Este abarcador programa tiene el respaldo de proyectos internacionales, instituciones del territorio, la provincia y el país, la comunidad religiosa, la Escuela de Oficios y trabajadores por cuenta propia, entre otros; de ahí que sea posible laborar en varios frentes a la vez, pues además de los mencionados se unen la reanimación de plazas y parques, de viviendas en el barrio de Las Tres Cruces, en las calles Santa Ana y Lino Pérez (San Proscopio) y hay acciones más allá de Centro Histórico que benefician a los vecinos de las zonas de amortiguación o aledañas”, explicó Carpio Calzada.
La cruzada conservacionista de cara al medio milenio actúa también sobre el Valle de los Ingenios, sitio entrelazado al esplendor que alcanzó Trinidad en otros siglos y donde, de acuerdo con el directivo, allí se acomete un programa que integra el rescate de los valores patrimoniales y el confort habitacional de los pobladores.
La restauración concentra esfuerzos en la recuperación de la casa-hacienda Guáimaro, espacio donde funcionará el Centro de Interpretación del Valle de los Ingenios; en la conservación del sitio San Isidro de los Destiladeros como ruinas arqueológicas y también incluye labores en la red vial y ferroviaria de la zona.
En la esfera social el cambio más trascendente se puede constatar ya en la recuperación de 16 casas, antiguos barracones en Manaca Iznaga, el mejoramiento de otras 23 viviendas con cambios en las cubiertas para armonizar con el entorno, y los trabajos de limpieza y lavado de la emblemática torre, devenida símbolo e identificación del Valle de los Ingenios.
Hace medio siglo que no veo a mi querida trinidad, pero a pesar del tiempo y el espacio su embrujo sigue viviendo en mi.
Gracias por restaurarla.
Agradecida
Tessie