Arquitectos y otros especialitas de Trinidad, convocados por la Oficina del Conservador y el Instituto de Planificación Física, debaten sobre Paisaje Urbano.
Trinidad es más que su centro histórico, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad; la ciudad habita también en otras zonas, que hoy reclaman el criterio de expertos para un desarrollo más armónico, desde lo paisajístico hasta una concepción integral del crecimiento urbano.
Con estos desafíos se inició en el sureño municipio espirituano el Taller sobre Paisaje Urbano, convocado por la Oficina del Conservador y el Instituto de Planificación Física, con la participación especial del representante de la Junta de Andalucía, organismo que promueve la colaboración española en Cuba.
Arquitectos y otros especialistas trabajarán hasta el viernes en las cuatro propuestas de intervención, concentradas en los accesos localizados en la zona sur de la ciudad: el área de la circunvalación, hacia Playa La Boca, Casilda, y el borde de la Loma de la Vigía hasta La Popa, áreas que sostendrán en los próximos años la ampliación de la ciudad.
El taller con sesiones teóricas y trabajos de campo, concluirá el viernes con un proyecto que, además de la mejora paisajística en esta zona de desarrollo, ofrecerá un modelo integral para el crecimiento y ordenamiento urbanístico de la ciudad.
Hacia la Trinidad del futuro confluyen por estos días la mirada de los expertos, quienes pondrán a disposición de las entidades locales las herramientas teóricas para asegurar la supervivencia del centro histórico de la villa y sus valores patrimoniales excepcionales.
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