El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, exhortó a los patrocinadores de la oposición siria a apoyar su participación en la conferencia de paz, programada para noviembre, en Ginebra.
Desde la tribuna de la ONU, Lavrov expresó esperanzas en que las «cada vez más aisladas y desintegradas milicias de opositores» sigan el ejemplo del gobierno sirio y puedan anunciar su disposición a participar en la conferencia internacional, sin condiciones previas.
Instamos a los patrocinadores de los opositores a prestar la ayuda necesaria en esa dirección, subrayó el titular de Exteriores, al intervenir en el plenario del Consejo de Seguridad de la ONU, tras votarse por unanimidad anoche, la resolución 2118/2013 sobre el control y destrucción de las armas químicas sirias.
Acentuó el jefe de la diplomacia rusa los beneficios para la región del Medio Oriente, en general, el cumplimiento del plan de eliminación de los arsenales sirios, ratificado por la resolución que aprobaron los 15 miembros del Consejo.
Rusia y China desplegaron una titánica ofensiva diplomática para evitar la imposición del uso de la fuerza contra Siria, bajo la invocación del capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, y enrumbar el proceso de paz en ese país hacia una solución política, mediante el diálogo y el consenso entre los sirios.
Consideró Lavrov que representa un impulso para la tarea, aún pendiente, de creación en el área levantina de una zona libre de armas químicas y de los canales de suministros.
Esfuerzos similares se emprendieron en relación con una desnuclearización de la región, pero están estancados ante el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel, reconocida potencia nuclear.
Destacó, de otro lado, la muestra de voluntad real de Damasco a la cooperación en el tema, como premisa importante para el éxito de la labor de los inspectores internacionales, y de la iniciativa pacificadora, en cuestión.
Con la adhesión a la Convención contra las armas químicas, Siria dio un paso a la realización de sus obligaciones con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, y presentó en el tiempo reglamentado la declaración sobre sus arsenales, resaltó Lavrov.
Para Moscú representa también una victoria diplomática el hecho de que la declaración de Ginebra, suscrita el 30 de junio de 2012 por el llamado Grupo de Amigos de Siria, integrado por Estados Unidos y algunos aliados occidentales, sustente la plataforma de solución de la crisis siria, adoptada sin reservas de ningún tipo, en la mencionada resolución.
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