A 37 se elevó este domingo la cifra de civiles muertos como consecuencia de un atentado realizado en la ciudad de Hama, centro de Siria, por extremistas islámicos que pretenden derrocar el gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Según fuentes oficiales, los terroristas hicieron explotar un camión-bomba cargado con 1,5 toneladas de explosivos conducido por un suicida en una zona poblada, hiriendo además a decenas de ciudadanos.
Entre las víctimas se encuentra un número significativo de jóvenes estudiantes.
El hecho ocurrió cerca de la Compañía de Mecanización Agrícola, en la entrada este de Hama, hacia la zona de al-Salamiyeh.
El suicida hizo detonar el camión bomba mientras otro vehículo cargado con recipientes de gas doméstico pasaba por su lado. La ulterior detonación de algunas de las botellas de gas amplificó la explosión inicial.
De manera frecuente los grupos de irregulares armados, de unas 80 nacionalidades que operan en Siria, escogen el lanzamiento de proyectiles, la colocación de carros bombas en zonas residenciales y atentados suicidas como método para afectar directamente a la población civil del país.
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