Con la blanqueada cienfueguera los Gallos sumaron 30 entradas sucesivas sin anotaciones y han sido víctimas de cuatro lechadas en los últimos seis partidos.
No se lo debe creer Yovani Aragón ni nadie en Sancti Spíritus y tal vez en Cuba, pero resulta totalmente cierto. Los Gallos acaban de escribir un capítulo inédito en su historia ¿y quizás en Cuba? al recibir tres lechadas en línea recta ante Cienfuegos para tocar fondo en este slump de primavera.
Sí, porque con la llegada de las lluvias se humedecieron los maderos espirituanos al punto de batear apenas nueve hits ante el pitcheo sureño, aun cuando Iday Abreu no barajó sus mejores cartas, y esto es quizás lo más preocupante.
También inquieta que los Gallos cuenten con ofensiva probada, que se había mantenido como un reloj en la primera fase, aunque en los finales enseñó los primeros síntomas de decaimiento.
Con la blanqueada cienfueguera sumaron 30 entradas sucesivas sin anotaciones y han sido víctimas de cuatro lechadas en los últimos seis partidos. Por si fuera poco, además de la baja producción, el desajuste influye hasta en la oportunidad. Remítase al último juego frente a Ciego de Ávila, en el que para ganar necesitaron 17 hits y apenas fabricaron seis carreras.
Nadie escapa de la modorra ofensiva. Ni los “chicos del Clásico”, de quienes pudiera pensarse que están “descargados”, no solo por el sobreentrenamiento de tantos meses, sino por el “impasse” que suele quedar después de un evento de tamaña tensión, de donde regresaron, además, por la puerta trasera.
El contagio es generalizado hasta para los refuerzos, que se han unido al slump. A propósito, ahora que Eriel se reincorporó vendría bien evaluar la conveniencia de mantener o no en la alineación a Danger Guerrero, quien llegó a tierras yayaberas con más de 340 de average y en estos momentos anda por debajo de 14, tal vez ensimismado en la ansiedad por demostrar su dotes de bateador agresivo que le granjearon los favores de Aragón a la hora de pedirlo.
No puede decirse que el mánager no haya buscado variantes y no haya movido sus fichas en busca de un despertar, pero todas sus iniciativas han sido infructuosas. Desde “fabricar” un primer bate que no le ha respondido hasta variar el designado, que tampoco le ha funcionado.
En medio del letargo, por ahora, este no es más que un slump normal en una temporada extensa, al menos eso piensa la afición, que espera una reacción en cadena en esta segunda fase donde, a pesar de archivar promedio adverso de cinco victorias y siete derrotas, los Gallos se mantienen en el grupo de los cuatro y con una ventaja, no definitiva, pero sí apreciable sobre el segundo cuarteto.
Claro que ello es, en parte, por la excelente actuación que tuvieron en la etapa inicial de la campaña, cuando ganaron 11 subseries y perdieron cuatro y la que acaban de recibir es la primera barrida que sufren los muchachos de Aragón.
Luchar por no salir de la primera línea resulta ahora su principal objetivo. Para cumplirlo precisa con urgencia sacar a sus bateadores del foso y no descuidar la defensa que sigue de lágrimas.
Para la concentración de bateadores de esta segunda vuelta, el pitcheo ha podido capear el temporal sobre todo con las credenciales del jovencito Norge Luis Ruiz, la revelación de los “importados” y las buenas presentaciones de Ángel Peña, especialmente en su último partido ante Cienfuegos. Los espirituanos marchan segundos detrás de los avileños con 2.69 en Promedio de Carreras Limpias; pero, cuidado, porque se pronostican vendavales con los tres equipos que jugarán ahora en línea: Matanzas, al cual se enfrentan desde este viernes y hasta el domingo en casa, donde recibirán también a Isla de la Juventud martes, miércoles y jueves para cerrar la primera vuelta en el Latino frente a Industriales.
Ojalá estos enfrentamientos y el resto entre los ocho equipos en competencia contengan la suficiente pimienta como para llenar los graderíos de los estadios, no solo en Sancti Spíritus, y así lograr que el espectáculo se corresponda con las expectativas puestas en esta estructura como “salvadora” de nuestro béisbol.
Ah, y ojalá la lluvia solo haya sido “un pájaro de mal agüero” en este slump de primavera de la tropa espirituana y no se instale en rol protagónico como ya lo demuestran las estadísticas.
Ya hoy me atacaron los anti espirituanos por doquier con «el Síndrome espirituano», tengo la confianza y espero esta caida sea un bache en el camino de la victoria, es mejor ahora que al final pero hay que reaccionar y buscar variantes pues el picheo no está mal y aun estamos en zona, tenemos que encontrar la fórmula para salir de los slump.
Todos los equipos tienen sus rachas. LO MALO DE LOS NUESTROS ES QUE SIEMPRE ES AL FINAL, EN LOS PLAY OFF. Y CONTRA PICHERS DE SEGUNDA Y TERCERA. ¿Será que no pueden mojarse y la llegada de la primavera siempre les afecte…? HA VUELTO LA DESCONFIANZA…
José González Curiel!! Te envío un abrazo desde Atlanta. Exitos para los Gallos.