Los estimados del acopio de la hoja arrojan incumplimiento, no obstante se prevé un crecimiento con respecto al año anterior.
Pese a las medidas aplicadas en la producción tabacalera y el énfasis del territorio para enmarcarse en el plan fijado para la campaña 2012-2013, Sancti Spíritus no podrá aportar las 2 573 toneladas comprometidas con la economía nacional sino que de acuerdo con el comportamiento del acopio de la hoja y los estimados finales de ese proceso, previsto a concluir a mediados de agosto, la provincia pudiera superar las 2 400 toneladas.
De consumarse ese resultado, equivaldría a sobrepasar en alrededor de 300 toneladas de tabaco al real de la cosecha precedente (cerca de un 14 por ciento de crecimiento) y el territorio mantendría la tendencia de aumentar la producción, aunque no se cumpla el plan por tercer año consecutivo.
Osmel Pérez Puentes, máximo representante de la rama en Sancti Spíritus, explicó a la prensa que entre las razones del incumplimiento figura que no se cosechó toda la capadura que la empresa se había programado debido al agotamiento de las fuentes de abasto de agua, que han perdido su capacidad de embalse, infraestructura sobre las cuales existe un programa de limpieza que no se ha podido ejecutar por falta de equipos.
Añade el directivo que la cosecha experimentó afectaciones con las plagas (orobamche) en las áreas de siembra tardía y, aunque se plantaron las 2 300 hectáreas planificadas, una parte salió en la época menos idónea. Igualmente se considera que la subida de los precios a los insumos en medio de la campaña motivó preocupaciones en los vegueros y redundó en reacciones negativas en algunos productores.
No obstante los aciertos y deficiencias, la campaña muestra un rendimiento agrícola de 1.06 toneladas por hectárea, considerado bueno a nivel de país y también distingue la calidad de la hoja.
Según la propia fuente, la provincia refleja mejor situación con la construcción de los aposentos, para lo cual se ha podido garantizar en predios locales la madera rolliza, pero se mantiene la dependencia de Ciego de Ávila para los horcones y de Matanzas, para los cujes; de ahí la intención de la entidad tabacalera de ampliar las áreas forestales para responder en próximos años a la demanda de madera.
A la par del proceso final del acopio de la hoja se adelanta camino en la preparación de la siguiente cosecha, en la que se pretenden plantar 2 500 hectáreas.
Subraya Osmel Pérez que el actual proceso de contratación (a concluir en agosto) introduce conceptos nuevos como el de incentivar a productores con resultados y decisión para que tengan la posibilidad de ampliar los planes y también estimular el trabajo con las personas que solicitan tierra para cultivar tabaco, a fin de que puedan incrementar el terreno si existe el área.
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