El gran desafío es lograr que al mundo lo dirijan los seres humanos no el capital y sólo una América Latina unida podrá cambiar esas relaciones de poder, afirmó el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, al denunciar la doble moral del sistema.
Podremos quebrar como Estado por los tratados que firmaron los gobiernos durante la larga y triste noche neoliberal, antología del entreguismo unilateral donde todo es a favor de las transnacionales, y ya esto no es capitalismo, es imperialismo, subrayó.
Ante ello, llamó hoy a Latinoamérica y El Caribe a dar una respuesta regional firme ante los abusos de las empresas transnacionales que pisotean la soberanía y desconocen las instituciones nacionales de justicia.
Los gobiernos neoliberales ecuatorianos firmaron desde 1993, iniciando con el gobierno de Sixto Durán Ballén, un total 23 tratados que protegen a las empresas de los países extranjeros, explicó.
En cuanto asuma la nueva Asamblea Nacional electa pediremos a la mayoritaria bancada gobernante denunciar esos tratados, muchos de los cuales pretenden imponer el vasallaje en nuestra América, dijo Correa en la provincia Carchi.
Categóricamente, afirmó, la transnacional norteamericana OXI rompió la ley ecuatoriana y, pese a eso, se declaró competente un tribunal internacional para pretender imponer una multa al Estado de dos mil 300 millones de dólares, con lo cual quebraría el país.
Fíjense la doble moral, dijo. ¿Se acuerdan del caso Pinochet (Augusto) cuando se le apresó en Inglaterra?, preguntó, y dijo: era claramente un criminal que mató miles de personas, pero el tribunal británico dijo no poder aplicar retroactivamente la Convención de Roma.
«Esos asesinatos fueron entre 1980 y 1986 y el Tratado y la Convención de Roma, que castiga el genocidio, fue ratificado por Chile en la década de los 90, así que no se puede aplicar retroactivamente el Tratado, vaya libre señor Pinochet», comentó.
«Ahí sí, para liberar a genocidas, cómplices de esas potencias internacionales, no se aplica retroactividad, y es lo correcto, aunque a Pinochet se le pudo acusar de muchas otras cosas», pero, agregó, para defender la trasnacional Chevron sí se aplica retroactivamente.
¿Se dan cuenta de la doble moral internacional? Se dan cuenta de la lucha de nuestros pueblos ante tanto abuso, ante la corrupción de estas trasnacionales que creen que su billete pueden pisotear países soberanos, países dignos, expresó Correa.
Lo más grave, apuntó, es que a Chevron-Texaco la condenó un tribunal ecuatoriano a pagar 18 mil millones de dólares por muertes, enfermedades y daños ambientales en comunidades amazónicas, pero aunque salen del país en 1992 invocan un tratado de 1997.
Un tribunal de Naciones Unidas ordenó suspender la sentencia y con ello se acabó la soberanía del país, por «argollas de negocios», de 20 árbitros que atienden más del 50 por ciento de juicios, siempre a favor de trasnacionales y ganan millones de dólares, dijo Correa.
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