El presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, abogó este sábado por colocar al ser humano en el centro de los enfoques políticos y sociales del país, durante el encuentro fundacional del Movimiento por la Paz y la Vida.
Ante cientos de jóvenes comprometidos en la lucha por la seguridad ciudadana, Maduro llamó a construir entre todos un nuevo paradigma para enfrentar la criminalidad: una visión «integral y socialista», dijo.
El dignatario insistió en el combate contra la «cultura de la violencia», instaurada en estas tierras desde hace 500 años, y, en particular, contra los «antivalores» del capitalismo.
Según el candidato presidencial socialista, la violencia es generada por un «cóctel envenenado» que combina la miseria y la descomposición moral inherentes al sistema capitalista.
Maduro indicó que a lo largo de los últimos años el Gobierno venezolano ha enfrentado, ante todo, uno de estos componentes: la miseria.
En tal sentido, afirmó que el fallecido mandatario Hugo Chávez fue quien más hizo en 200 años por sacar al pueblo de la pobreza y el hambre.
Señaló asimismo que los avances de Venezuela en áreas como educación, salud, empleo y vivienda están avalados por varios indicadores estadísticos que publican organismos internacionales.
Frente a la degradación espiritual, Maduro apostó entonces por una nueva política «socialista y profundamente cristiana» que pueda dotar de paz a la sociedad.
Aun cuando calificó la ocasión como un acto que «trasciende los partidos políticos», Maduro rechazó las recientes acusaciones de Carlos Ocariz, jefe del comando de campaña del opositor Henrique Capriles, contra la «honorabilidad» de un grupo de artistas venezolanos que expresaron su apoyo al Gobierno.
Igualmente, repudió la «campaña de intolerancia y odio exacerbado» que impulsa la derecha contra Cuba y los colaboradores de la isla en Venezuela.
Cese esa campaña contra los médicos cubanos; ellos están aquí para dar vida y paz al pueblo; para atender a los humildes, a los necesitados, reclamó Maduro.
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