Tras siete días de intercambio juvenil a escala planetaria, los espirituanos cuentan sus experiencias en la capital ecuatoriana.
Del olor de los debates no han podido exorcizarse los siete espirituanos que integraron la delegación cubana al XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, tras dos días del aterrizaje en la isla.
Entre los 9 000 jóvenes de casi 90 naciones, los ojos yayaberos constataron el impacto universal de la Revolución Cubana y ratificaron su convicción de no parpadear frente al Imperialismo.
Javiel Fernández Pérez, estudiante del duodécimo grado del Instituto Preuniversitario Urbano Olga Alonso, de Fomento, relata: “Se me acercaron jóvenes argentinos y vietnamitas y me dijeron: ‘Cubano, cuiden mucho lo que tienen, eso no lo ha logrado nadie. Tenemos buenas economías, pero ustedes son la potencia moral del mundo. Tenemos cantidades, pero ustedes tienen cualidades’. Eso hizo sentirme orgulloso de ser quien soy, de ser cubano.
“Es impresionante cómo es de estimada la cultura cubana. Jóvenes de diferentes nacionalidades se arrimaban al stand de Cuba y cantaban la Guantanamera, bailaban casino, disfrutaban de Los Van Van. Compartían con Laritza Bacallao, Adrián Berazaín, Eduardo Sosa, Tony Ávila, Baby Lores, entre otros”, añade Javiel.
Igualmente, el representante espirituano de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) reseña otros momentos significativos que vivió en la tierra ecuatoriana.
“Fue muy emotivo el discurso inaugural de Correa. Empezó a llover y la delegación cubana permaneció inamovible, escuchando las palabras de ese mandatario amigo, quien dedicó palabras singulares para la Revolución cubana.
“Fueron intercambios bien intensos, donde llegamos a la conclusión de tomar el camino de la unidad y la integración juvenil, de impulsar los procesos de izquierda del mundo. Dedicamos un momento especial a África y a ese líder legendario recién fallecido Nelson Mandela.
“Resultó muy impresionante el Tribunal Antiimperialista, donde el joven Elián González denunció ese vil sistema y respondió certera y enérgicamente las crudas preguntas de la prensa internacional.
“Pudimos compartir con Raúl Capote, exagente Daniel de la Seguridad del Estado, con otros integrantes de la representación cubana que son figuras del deporte, la ciencia, la artes, del sector productivo…También intercambiamos con Héctor Rodríguez, ministro de la Juventud de Venezuela, y Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, entre otras autoridades.
“Lo que no me gustó del festival fue la poca cobertura informativa dada por parte de los medios extranjeros y la tergiversación y desinformación sobre Cuba de esa prensa al servicio de la derecha”, cuenta este estudiante fomentense, no solo a Escambray, sino a familiares, vecinos, compañeros de aula y de toda su escuela.
Por su parte, Gioanny González Roche, especialista en Ciencias Informáticas del jatiboniquense central Uruguay que obtuvo el boleto directo a la cita, relata: “Dondequiera que íbamos los cubanos, éramos el centro de atención. El prestigio de la obra revolucionaria traspasa las fronteras latinoamericanas, eso es realmente gratificante.
“Creo haber cumplido mi propósito de ser un digno representante de los jóvenes espirituanos, de Cuba y Latinoamérica. Pude expresar lo que pensaba desde nuestro punto de vista y nuestra experiencia como cubanos. Junto a los 200 delegados que asistimos en nombre de nuestro país, transmití la experiencia de trabajo y de lucha que vivimos para enfrentar la injusta condena norteamericana contra los Cinco Héroes y sobrevivir a las más siniestras trabas contra la soberanía de un pueblo.
“Estrechamos las relaciones de reciprocidad y bilateralidad con la juventud internacional, con los líderes juveniles que son perseguidos en varias partes del mundo. Fue un aprendizaje mutuo, donde nos unimos por la paz”.
Isbel Reina Abreu, otro de los lugareños que participaron en el cónclave universal del estudiantado y la juventud enfatiza: “Exigimos la liberación de los Cinco, el cese del bloqueo y nos hermanamos para abogar por un modelo social más justo”.
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