Para el independentista boricua Adolfo Matos su detención en los EE.UU, el juicio y las condiciones de prisión se inscriben en el marco de la irracionalidad
El expreso político puertorriqueño Adolfo Matos Antongeorge, quien permaneció internado por casi 20 años en cárceles norteamericanas, no duda que las autoridades de ese país tuvieran razones para perseguirlo y juzgarlo por sus actividades independentistas; lo que él cuestiona es la irracionalidad con que procedieron en su caso y en el de muchos de sus compatriotas.
Como luchador por la emancipación de su amada Borinquen, e integrante de las llamadas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) puertorriqueñas, resultaba lógico que se les persiguiese, pero no que se ensañasen con su grupo, dedicado a las actividades políticas, ni que se les atribuyeran acciones que no habían cometido.
La detención, efectuada el 4 de abril de 1980 en un barrio de Illinois, él la atribuye a errores de logística que propiciaron que les cogieran la pista en momentos en que la situación en el imperio estaba muy caldeada por la captura de rehenes de la embajada de Washington en Irán. Dentro de todo su dramatismo, no deja de resultar risible el que los confundieran con “palestinos”, ya que para los cuerpos represivos de USA un árabe y un persa vienen a ser lo mismo…
“Otra nota ridícula es que, cuando fuimos capturados, nos acusaron de habernos preparado en Cuba, y yo nunca había estado en este país”, apunta Matos Antongeorge.
Yo estuve en la cárcel por espacio de 19 años y medio. Puedo decir que el Presidente Clinton se vio obligado en 1999 a abrir las celdas en que nos encontrábamos internados debido a la fuerte presión internacional. En los propios Estados Unidos varios Premios Nóbel de distintas naciones, incluidos estadounidenses, suscribieron la petición de que se nos dejara en libertad.
DESPROPORCIÓN Y ABSURDO
Ya en el proceso judicial, a la hora de radicar la acusación, se repitió el comodín de la conspiración sediciosa, un cargo que databa de los tiempos de la guerra civil estadounidense (1862-1865), que quizá vendría bien en aquellas circunstancias frente a los estados esclavistas sureños, pero nunca a la lucha de los patriotas boricuas por la libertad de su isla amada, que nada tenía que ver con USA.
“Por eso —alega Matos— puertorriqueños como yo no le reconocemos ningún poder moral o jurídico a los Estados Unidos para haberse apropiado de nuestra isla en 1898 como un botín de guerra, luego de habérsela arrebatado a los españoles, sin consultar para nada con nuestro pueblo.
“Cuando el juez federal nos sentencia, él dice que, de haber tenido suficiente poder, nos hubiese mandado a ejecutar, cuando nuestro único crimen era hacer propaganda y activismo político a favor de una causa justa apoyada por una porción creciente de la población de Borinquén”.
¿Y cuál fue finalmente el veredicto del tribunal constituido?
“Hubo distintas penas. Yo fui condenado a 78 años de prisión. Ellos introdujeron cargos graves debido a un atentado realizado por las FALN en Nueva York, en el área de Wall Street, en el cual hubo muertos y heridos, y poco después de esa acción, se produjo otra en un restaurante en Puerto Rico en la cual murieron un niño y otra persona; entonces, esa parte armada de la organización —cuyas acciones no las decidíamos nosotros— llevó a cabo esos actos y el sistema judicial norteamericano hizo tabla rasa con todos.
Con una pena tan grande por cumplir, ¿cómo y cuándo se realiza su excarcelación?
Yo estuve en la cárcel por espacio de 19 años y medio. Puedo decir que el Presidente Clinton se vio obligado en 1999 a abrir las celdas en que nos encontrábamos internados debido a la fuerte presión internacional. En los propios Estados Unidos varios Premios Nóbel de distintas naciones, incluidos estadounidenses, suscribieron la petición de que se nos dejara en libertad. Yo entré a la cárcel con 30 años y salí casi a los 50.
UNA IRREALIDAD SURREALISTA
Ya en el momento de suscribir las condiciones de excarcelación, Adolfo Matos Antongeorge pudo percatarse una vez más de hasta qué punto los tribunales de los EE.UU. son ridículos y pedantes en cuanto a las condiciones que imponen para poder salir de prisión.
Por cinco años nos dieron lo que llaman Probatoria, cuyo requisito número uno era no visitar Cuba; el dos consistía en que, si te encontrabas con algún compañero en la calle, tenías que limitarte a un saludo, y los demás puntos incluían rendir un reporte mensual contentivo del dinero gastado, las millas recorridas, lugares frecuentados, y para salir de Puerto Rico hacia EE.UU. o cualquier otro país, estaba obligado a pedir y obtener permiso.
Los Cinco son de una madera especial, son una continuación de ese pensamiento martiano, puro, firme y cristalino que unía en un haz la causa de la emancipación de Cuba y la de Puerto Rico, por eso tenemos que luchar a fin de lograr la excarcelación de Gerardo Ramón y Antonio, los tres que quedan presos.
¿Qué puede decirnos de Oscar López Rivera y su condición de preso político más antiguo del mundo?
Lo que han hecho con López Rivera, quien ya cumplió 33 años en prisión, se inscribe dentro de una realidad surrealista, porque desde el principio lo sometieron a un régimen carcelario tan inhumano que se dice que lo diseñaron los nazis alemanes y que está calculado para que el reo pierda totalmente la razón o muera en un plazo no mayor de tres años. Oscar estuvo 12 años sometido a ese régimen, siete de ellos en su versión más intensa, y logró sobrevivir.
¿Qué opina usted del caso de los Cinco?
Ellos son de una madera especial, son una continuación de ese pensamiento martiano, puro, firme y cristalino que unía en un haz la causa de la emancipación de Cuba y la de Puerto Rico, por eso tenemos que luchar a fin de lograr la excarcelación de Gerardo Ramón y Antonio, los tres que quedan presos. Parafraseando a Martí: hemos vivido en el monstruo y le conocemos las entrañas.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.