Terminados los primeros cinco juegos del playoff semifinal correspondiente a la 53 Serie Nacional de Béisbol, los resultados han hecho justicia al mejor equipo del campeonato.
Irregularidades y hechos desconcertantes aparte, los Cocodrilos de Matanzas han confirmado el favoritismo que le han otorgado tanto especialistas como aficionados en la isla. Sobre el terreno lucen muy sólidos en todas las áreas, capaces de acudir a diferentes armas para lograr la victoria.
Los muchachos del controversial Víctor Mesa han logrado armar una alineación que asusta hasta en su tanda más baja, donde hombres como Eriel Sánchez y Rául González, acostumbrados a turnos de mayor responsabilidad en sus equipos provinciales, han ocupado el sexto y séptimo puestos en la formación.
Y si Yoanni Yera no ha sido el abridor de la etapa clasificatoria y de la segunda fase, sus relevos intermedios y cerradores se han encargado de aguantar la tanda rival y conseguir los triunfos. Resumiendo: los matanceros han logrado “construir” una escuadra que luego de conseguir planos estelares en los clásicos nacionales se perfilan como el principal candidato al título de la presente serie.
Sin embargo, a pesar del 3-0 que los acerca cada vez más a la discusión del primer lugar en la 53 serie, no resulta disparatado decir que ha sido esta subserie la más disputada de las dos semifinales.
Del otro lado han encontrado a los actuales campeones de la pelota cubana, un equipo que según sus propios peloteros y directivos ha tenido que sobreponerse a numerosas adversidades y que, sin embargo, no se ha entregado fácilmente.
Con Freddy Asiel Álvarez y Yulexis La Rosa fuera, y un día menos de descanso, los naranjas de Moré han ofrecido encuentros cerrados hasta las postrimerías, pero si algo debe criticárseles es la ausencia de esa garra que siempre ha caracterizado a los equipos de ese territorio.
Su picheo y defensa se han mantenido aceptables para esta etapa de la competencia, sobre todo la segunda, salvando posibles rallies del rival, pero sus bateadores han dejado demasiados hombres en bases (30) y en varias ocasiones no han funcionado las estrategias para traer las carreras necesarias al home.
Resulta inconcebible además que los parciales rojos se adueñaran del Sandino, no solo en el sentido del espacio físico que tomaron como suyo, sino porque daba la impresión de que había solo un grupo de aficionados en Santa Clara: los del bando rival. Hubo instantes en que tanto la novena del centro como sus seguidores parecieron haberse entregado a la derrota y a las lamentaciones.
Asimismo, se extrañó la presencia de Andy Zamora y Ramón Lunar, hombres que si bien no abrieron como regulares dos de los tres partidos, pudieron haber sido empleados como emergentes en situaciones donde se requería de su experiencia.
Mucho más al occidente del país, Pinar del Río e Industriales se enredaron en su particular duelo, y aunque marchan empatados rumbo al Latinoamericano, no han sido encuentros reñidos o exigentes, más bien una suerte de exhibición de bateo por ambos conjuntos que demuestran las lagunas de nuestros lanzadores.
Lo más relevante de la subserie entre Leones y Lobos —para ceñirme a su sobrenombre animal— fue la perfecta jornada sabatina de Alexander Malleta, quien junto a Carlos Tabares continúa haciendo historia en los playoffs.
Fuera de los juegos, vale reseñar algunos elementos que atentan contra lo que constituye el mayor espectáculo deportivo en Cuba: la ausencia de velocímetros en la mayoría de los enfrentamientos, la no celebración —anunciada, por cierto— de las conferencias de prensa y la poca uniformidad en los trajes de algunos conjuntos son algunas de esas “pequeñeces” que de funcionar bien le hubiesen dado brillo a la competencia.
Pudiera parecer irrisorio este argumento pero pocos podrán negarme la cuestionable apariencia de los pinareños con sus sweaters o enguatadas de diferente tonalidad que el verde que los representa; igual le sucedió a Las Tunas y a Villa Clara con sus diferentes matices de naranja. Tampoco me resulta serio que ni Leopardos ni Cocodrilos hagan uso de su pantalón de home club, algo que sin dudas empobrece la imagen visual que recibimos, y no es lo que se estableció a inicios de temporada (prenda blanca para el local y gris para el visitador).
Así las cosas, el camino a la gran final de la pelota cubana parece más despejado para Matanzas (a pesar de que los campeones han dado la cara); en cambio no puede decirse lo mismo del otro enfrentamiento, pues aún en medio de partidos con marcadores abultados se presagia que la semifinal llegue a seis o siete juegos. Esperemos entonces.
Mejores jugadores hasta el momento
Matanzas
Lanzador: Félix Fuentes (ha sido clave en las tres victorias de su equipo, tiene un juego ganado y dos salvados, ha trabajado 5.1 entradas, le batean para 200 y no le han hecho carreras)
Bateador: Yadiel Hernández (sigue siendo el hombre grande a la ofensiva de los Cocodrilos. Batea 444 y ha impulsado 5 carreras en la postemporada)
Villa Clara
Lanzador: Yosvani Pérez (realizó dos excelentes relevos frente a Matanzas; acumula 7.0 innings sin permitir carreras)
Bateador: Yorbis Borroto (es el líder en promedio del conjunto con 462 y ha impulsado 1 carrera)
Pinar del Río
Lanzador: Yosvani Torres (ganó el primer encuentro para los suyos, reafirmándose como el mejor lanzador de la 53 SNB. Trabajó 7.1 entradas y permitió dos carreras)
Bateador: en promedio de bateo el granmense Roel Santos se lleva las palmas con 667, aunque William Saavedra es el máximo impulsor con 4.
Industriales
Lanzador: Frank Monthiet (continúa invicto en la serie y le aportó el triunfo que necesitaba su equipo como visitador. Trabajó 6.0 innings y permitió dos carreras)
Bateador: Alexander Malleta (el inicialista de los Azules se ha soltado a batear; promedia 750 y ha impulsado 8 carreras para su equipo)
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