El fundador de Wikileaks hizo el anuncio durante una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por Ricardo Patiño, ministro de Exteriores ecuatoriano.
“Saldré pronto de la Embajada“, señaló Julian Assange en la mañana de hoy, lunes. El fundador de Wikileaks ha anticipado el fin de su limbo político-judicial sin revelar el mecanismo que permitirá resolver su estancia de dos años en la legación diplomática de Ecuador en Londres.
“Es hora de liberar a Julian Assange. Es hora de que sus derechos humanos sean respetados“, enfatizó Ricardo Patiño, ministro de Exteriores ecuatoriano, en una conferencia de prensa que ambos protagonizaron esta mañana.
La prensa británica ha especulado en las últimas horas que los problemas de salud de Assange forzarán su salida de la Embajada, ya sea en virtud de un acuerdo entre Ecuador y Reino Unido o por iniciativa unilateral del famoso refugiado. “Los motivos quizá no sean los que adelantan la prensa de Rupert Murdoch y Sky News“, dijo el australiano, profundizando en el enigma sobre su futuro.
Repreguntado por los periodistas sobre su salud, el activista de 43 años se limitó a expresar: “Estar detenido, de diversas formas, durante un periodo de cuatro años, dos de ellos en la embajada, sin contacto con el exterior ni luz solar, provocaría que cualquier persona sana empiece a experimentar dificultades“.
El ex ‘hacker’ volvió a rechazar las alegaciones de violación de dos mujeres suecas, por las que Suecia reclamó su extradición al Reino Unido.
“Nunca se han presentado cargos en mi contra, ni en Suecia ni en el Reino Unido”, apuntó Assange, con pelo y barba blanca y que ha ofrecido la rueda de prensa en una pequeña habitación de la Embajada ecuatoriana.
Una solución negociada para Assange
“Han sido dos años perdidos para todos. Dos años de angustia, incertidumbre y sin justicia para nadie“, señaló Patiño. El ministro ecuatoriano indicó que solicitará una reunión con su homólogo británico “para encontrar una salida a la gran violación de los derechos humanos” de Assange.
Ecuador ha garantizado el asilo político y “protege” a Assange en su delegación londinense a espera de poder ejecutar su decisión. Según el creador de Wikileaks, su “situación intermedia” está costando 240 mil libras al mes en atención médica de crecientes problemas de corazón, pulmón, presión alta y falta de vitamina D. El costo de la vigilancia policial de la Embajada se calcula en 7 millones de libras desde junio de 2012.
Según informa la agencia Reuters, el portavoz de Assange ha aclarado a los periodistas tras la rueda de prensa que el activista solo abandonará la Embajada si el Gobierno británico suspende el “acoso”. De acuerdo con el portavoz, Assange no tiene intención de entregarse a la Policía. El australiano teme que si Reino Unido le extradita a Suecia, Suecia le extradite a su vez a EEUU, donde podría ser juzgado por la filtración de los cables de Wikileaks.
Desde que Assange se refugió en la embajada ecuatoriana el 19 de junio de 2012, el Reino Unido ha insistido en que, cuando la abandone, será detenido y entregado a las autoridades suecas, debido a que los tribunales británicos han fallado a favor de su entrega a Suecia.
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