El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, excluyó este lunes a Irán de la segunda conferencia internacional de Ginebra para el fin del conflicto en Siria, luego que Teherán rechazara condicionamientos a su asistencia al foro previsto a partir del próximo miércoles.
Según explicó su vocero en una nota de prensa, Ban decidió que el país persa quede fuera de la instalación del encuentro en Montreux, «porque ha escogido permanecer al margen del comunicado de Ginebra I, consistente en el establecimiento de un cuerpo gubernamental de transición con plenos poderes ejecutivos».
Más temprano, la Cancillería persa confirmó la invitación emitida por la ONU, pero descartó someterse a condiciones.
Para el secretario general de Naciones Unidas, todos los participantes en Ginebra II deben estar comprometidos con el comunicado, lo cual significa crear un gobierno de transición fruto del consenso entre las autoridades y la fragmentada oposición sirias, cuyas delegaciones dialogarán el 24 de enero en Ginebra.
Tal escenario genera polémica, porque Estados Unidos y sus aliados lo ven como la materialización de sus aspiraciones de poner fin a la gestión del presidente Bashar al-Assad y su participación en el futuro del país árabe, lo que Damasco considera una injerencia en sus asuntos internos, al corresponder a los sirios regir su destino sin intromisiones foráneas.
Washington manifestó su rechazo a la invitación iraní -anunciada la víspera por Ban- y advirtió que trabajaba en revertirla.
Por su parte, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria -uno de los grupos principales de la oposición- amenazó con boicotear la reunión luego de la convocatoria a Teherán.
Hasta ahora, la ONU había defendido la presencia iraní en Ginebra II, en su condición de potencia regional.
La nación persa ha insistido en su disposición de contribuir con una salida política a la crisis en Siria, pero siempre sobre la base del respeto a la soberanía y la integridad territorial de ese país árabe, azotado por extremistas y mercenarios armados y financiados desde el exterior para derrocar a al-Assad.
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