El desarrollo industrial de Cuba continúa como una de las ramas más afectadas por el bloqueo estadounidense, con pérdidas estimadas en casi 96 millones de dólares desde abril de 2013 hasta junio último.
Muchos daños causados por esta política aplicada por Washington contra Cuba durante más de medio siglo están vinculados fundamentalmente con diferencias en los precios de importación, debido a la reubicación geográfica de mercados.
Las medidas de la Casa Blanca también provocan perjuicios relacionados con los costos adicionales por la inmovilización de recursos en inventario, y las dificultades monetario-financieras derivadas de la imposibilidad de emplear el dólar estadounidense.
Tanto la siderurgia como la fabricación nacional de plantas y equipos, equipamiento médico, herrajes sanitarios y otros bienes de consumo son áreas que enfrentan constantes obstáculos para garantizar la producción, importación y comercialización de todo tipo de insumos.
Así expresa el informe elaborado en la isla sobre la resolución 68/8 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba.
El texto toma en cuenta además, entre otras ramas económicas, las pérdidas provocadas por la política estadounidense en el sector hidráulico del país, al cual ocasionó afectaciones equivalentes a tres millones 740 mil dólares desde el cuarto mes de 2013 hasta junio pasado.
A su vez, el área de la construcción, imposibilitada de acceder a tecnologías más eficientes, ligeras, de menor consumo de materiales básicos y componentes energéticos, estima sus pérdidas en 27 millones 600 mil dólares durante esa misma etapa.
En recientes conferencias de prensa, directivos de esos sectores señalaron que durante el pasado año se realizaron varias ofertas a compañías norteamericanas suministradoras de materias primas y equipos necesarios para la industria nacional.
Las respuestas a esas solicitudes resultaron negativas, bajo el argumento de la prohibición de relaciones comerciales con Cuba por orden del gobierno de los Estados Unidos, lo cual obligó a la isla a buscar insumos en zonas geográficas distantes y a precios más altos.
El informe reitera que la aplicación del conjunto de medidas codificadas en el bloqueo está dirigida a limitar el avance del desarrollo del país, y enfatiza en el carácter extraterritorial de esa política, con sanciones para entidades tanto norteamericanas como de otras naciones.
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