Delegaciones de Cuba y EE.UU. sostuvieronen Washington una nueva ronda de conversaciones sobre el tema migratorio en un clima calificado como respetuoso.
El encuentro este miércoles estuvo presidido por el subsecretario asistente del Buró para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee, y la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro.
Según una declaración a la prensa de la delegación cubana, durante el encuentro se evaluó el cumplimiento de los compromisos contraídos por ambas partes con los acuerdos migratorios vigentes.
En el intercambio se evaluaron los resultados de las acciones de cada una de las partes y de forma conjunta para enfrentar la emigración ilegal, el contrabando de personas y el fraude con documentos migratorios, incluyendo la realización de encuentros técnicos e intercambios, con la participación de las entidades encargadas de esta actividad en los dos países.
La parte cubana ofreció una actualización sobre los resultados de la implementación de los nuevos procedimientos migratorios cubanos puestos en vigor desde enero de 2013.
Al mismo tiempo, expresó satisfacción porque ambos gobiernos acordaron, a inicios de julio, implementar los Procedimientos Técnicos Operacionales sobre Búsqueda y Salvamento, que permitirán a las autoridades de los dos países cooperar en los esfuerzos por salvar vidas de personas que pudieran encontrarse en peligro.
Una vez más, la delegación de Cuba insistió en que el tráfico de emigrantes y la emigración ilegal no podrán erradicarse ni se podrá lograr una emigración legal, segura y ordenada, mientras permanezca vigentes la política de «pies secos-pies mojados» y la Ley de Ajuste Cubano.
Dicha legislación alienta además las entradas irregulares a Estados Unidos desde terceros países, de ciudadanos cubanos que salen legalmente del país, recalca la declaración.
Estas prácticas son incongruentes con las medidas adoptadas por Cuba para normalizar el flujo migratorio y facilitar los viajes de los ciudadanos cubanos y con el interés de ambos gobiernos en incrementar la efectividad de las operaciones para prevenir y enfrentar la emigración ilegal y el contrabando de emigrantes, subraya el texto.
La parte cubana explicitó su profunda preocupación por las serias afectaciones a los servicios consulares de la Sección de Intereses de Cuba en Washington a ciudadanos cubanos, norteamericanos y extranjeros residentes en Estados Unidos, debido a la interrupción de los servicios bancarios.
La nota recordó que como resultado de las restricciones vigentes derivadas de la política de bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno norteamericano contra La Habana, ha sido imposible encontrar algún banco que asuma las cuentas bancarias de las misiones diplomáticas cubanas.
De igual forma, la parte cubana rechazó la infundada inclusión de la isla caribeña en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional.
Por último, la delegación de Cuba reiteró su disposición a mantener estos intercambios en el futuro, por su importancia para los dos países.
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