Campesino taguasquense abre el camino de la minindustria

El campesino Lázaro Rodríguez abrió el camino de la minindustria en el sector cooperativo de Taguasco. Hace ocho años que Lázaro Rodríguez Betancourt se viró para la tierra; desde entonces traza pautas en el escenario agrícola espirituano, pues sus anhelos de productor no giraron en torno a grandes terrenos, prefirió

Con la minindustria no se pierda ningún producto, expone el campesino.El campesino Lázaro Rodríguez abrió el camino de la minindustria en el sector cooperativo de Taguasco.

Hace ocho años que Lázaro Rodríguez Betancourt se viró para la tierra; desde entonces traza pautas en el escenario agrícola espirituano, pues sus anhelos de productor no giraron en torno a grandes terrenos, prefirió sembrar los conocimientos en una finca de frutales y hortalizas que al paso del tiempo distingue por la diversidad de los cultivos y, sobre todo, por la inagotable sed de experimentación y desarrollo.

Varias acciones enlazan a la finca, situada en la periferia de Taguasco, con los resultados productivos del territorio y quizás lo más influyente sea que allí se garantiza la postura de frutabomba a unos 30 cosecheros del municipio, el de mayor peso en el aporte de la fruta a nivel provincial.

Mas, las novedades de la finca de Lazarito, como trasciende públicamente en esos predios, no parecen tener punto final. En los últimos meses otra noticia hace voltear la mirada al acogedor enclave productivo: la creación de la primera minindustria dentro del sector cooperativo y campesino taguasquense.

Pareciera un asunto de poca importancia al lado de otras prioridades de la agricultura en Sancti Spíritus; sin embargo, fomentar esas capacidades de procesamiento y conservación responde al Lineamiento 191 de la Política Económica y Social aprobado en el Sexto Congreso del Partido y, además, se trata de articular un mecanismo práctico para potenciar la oferta alimentaria, incorporar valor agregado al renglón agrícola, elevar su calidad y presentación.

“Convertirme también en comerciante para que la producción no se encarezca tanto”, así define Lázaro, integrante de la cooperativa Leonel Barrios, la motivación que lo llevó a montar la minindustria, cumpliendo con la indicación dejada por el Grupo Nacional de la Agricultura Urbana para que la finca alcance la condición de la Triple Corona, mayor reconocimiento en este campo.

La minindustria fue algo más que una petición de la Agricultura Urbana, según expresa este campesino de pueblo, porque esa infraestructura le permite cerrar el ciclo productivo, ofertar el alimento, incluso, fuera de las estaciones tradicionales.

“Si en un momento determinado tengo en venta ocho vegetales, con la minindustria duplico la cifra, tendría el producto natural y el conservado. Empecé con el tomate y algunos encurtidos mixtos, la aceptación ha sido muy buena y los precios más altos están entre 4 y 5 pesos”.

El apoyo de las estructuras agrícolas locales y de la provincia resulta, al decir de Lázaro, un elemento importante, pero “el sostén principal descansa en que existe la finca, están los productos y tengo las cosechas organizadas para que respondan a la venta de renglones frescos y conservados”.

Ayudado por dos trabajadores y utilizando el método de elaboración artesanal, el productor se afinca en otras fortalezas: tiene una parte de la finca destinada a la producción de pulpa de frutas y otra área, de reciente creación, para cultivar vegetales y hortalizas en función de la conserva.

“Lo ideal para envasar es el cristal, pero no existe, la alternativa es el nylon. Precisamente el envase y el vinagre son de las cosas que pueden frenar el funcionamiento estable de la pequeña instalación y es ahí donde necesitamos el mayor apoyo.

“Hace dos años perdí mango, hubo un pico de maduración y no todo tuvo venta. Hoy eso no me preocupa, hago pulpa y la conservo. La otra gran ventaja de la minindustria es hacer realidad el concepto productor-vendedor, sin intermediario, para no encarecer el producto”.

José Luis Camellón

Texto de José Luis Camellón
Reportero de Escambray por más de 15 años. Especializado en temas económicos.

Comentario

  1. Siento pena al ver como el propio estado que dice alentar a estos campesinos lo traban al no tener un mercado mayoristas y el monopolio de la importacion,cortandole la iniciativa a miles mas..Por que si hay infinita cantidad de arena silice no hay envases de cristal,si hay en el propio Taguasco caña de azucar,no hay vinagre que no es mas que guarapo envejecido que cualquier benduta producia hace medio siglo?por que no acaban de liberar la produccion y el comercio de las manos estatales que solo lo entorpecen como demuestran medio siglo de experiencia y el derroche de miles de millones recibidos generosamente del exterior?El peor bloqueo no es el de USA es el que el estado tiene sobre la iniciativa privada.

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