Integrantes de la CPA Camilo Cienfuegos, del municipio espirituano de Yaguajay, miran por dentro los resultados y debilidades de la base productiva
Halados por el cultivo talismán de Meneses —la caña—, un centenar de asociados de la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Camilo Cienfuegos retrató con verbo agrario el desempeño de la única unidad productora de la gramínea en el municipio de Yaguajay, que incursiona, además, en la ganadería y los cultivos varios.
Como paso esencial del proceso del XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), los cooperativistas detuvieron la mirada en asuntos relativos a la producción cañera, el necesario aumento de la masa vacuna y la vida interna de la CPA.
El debate no pasó por alto los aciertos más públicos de la entidad: referencia nacional en la agricultura cañera, rendimientos en el cultivo de 60.4 toneladas por hectárea —la media provincial es de 41.5— y el reconocido arraigo campesino de sus integrantes.
Las intervenciones hicieron diana en las vertientes que reclaman más atención y, sin mucho rodeo, el cooperativista Juan Morales llevó el análisis al cañaveral, reconociendo que en la zafra anterior “fuimos afectados por la poca madurez de la caña, perdimos dinero; este año se le ha hecho al cultivo todo lo que lleva y esperamos tener mejores resultados”.
“La caña está limpia, pero debemos aprovechar más la jornada, nos falta mejorar en eso y estoy seguro de que los resultados serían superiores”, opinó Eduardo Oliva arropado en la experiencia.
Dentro de las temáticas priorizadas por el congreso anapista figura el trabajo con la mujer y los jóvenes, identificándose en este ultimo caso que la CPA está urgida de una mayor incorporación de ellos como fuerza de reemplazo si consideramos que de los 105 integrantes solo cinco tienen menos de 30 años.
“Para captar jóvenes hay que demostrar resultados, poner la cooperativa en el potencial productivo que lleva, buscar nuevas estrategias de trabajo que partan de fortalecer la organización y la vida interna; acercarnos más a las familias, mejorar la estimulación y la atención a los asociados”, manifestó Raúl Rivero, presidente de la base campesina ratificado en el cargo.
Con particular énfasis se opinó sobre la actividad ganadera y el imperativo de crecer en las cabezas de animales, porque define otras de las vertientes productivas llamadas a avivar la economía.
En tal sentido, el presidente de la CPA precisó que para elevar los salarios y entregar mayores anticipos lo primero es aprovechar mejor la doble jornada laboral y subir la producción en todos los frentes; “el dinero no caerá del cielo, tenemos que producirlo”, dijo.
Ante la ocurrencia de hechos de hurto y sacrificio de ganado y otras manifestaciones delictivas en el patrimonio de la cooperativa, varias intervenciones reclamaron mayor vigilancia y enfrentamiento a partir de fortalecer la responsabilidad individual y colectiva en la protección de los bienes y recursos.
La asamblea del XI Congreso de la ANAP en una de las principales bases campesinas de Meneses enseñó a los cooperativistas que para ensanchar las cuentas productivas y económicas la mayor divisa a explotar está en el trabajo.
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