El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Muallem, advirtió este miércoles ante la Conferencia de Ginebra II que sólo al pueblo corresponde elegir las autoridades y demandó respeto a la soberanía nacional.
Muallen respondió así al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien en su intervención en el foro insistió en la retórica de la exclusión del presidente Bashar al Assad de un eventual gobierno de transición.
«Señor Kerry, nadie en el mundo tiene derecho a otorgar o retirar la legitimidad de un presidente, una constitución o una ley, excepto los propios sirios», dijo Muallem.
En sintonía con las posiciones de occidente, el jefe de la llamada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (Cnfros), Ahmad Yarba, pidió también la salida del poder del presidente legítimo de ese país.
Damasco aceptó participar en la reunión convencido de que el diálogo entre sirios constituye la única solución a la crisis, pero advirtió que no admitirá condicionamientos, ni injerencias en sus asuntos internos.
Siria es una nación soberana y hará lo que considere necesario en interés de su pueblo, dijo el canciller, quien encabeza la delegación oficial a la conferencia, convocada por la ONU.
La reunión, que comenzó en esta pequeña ciudad suiza y continuará el viernes en Ginebra, busca lograr una hoja de ruta para una solución negociada a la crisis iniciada hace tres años en el país árabe.
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