Centro Provincial de Retinosis Pigmentaria se mudó

Lo que hace meses fue un rumor, desde inicios de octubre es un hecho: el otrora Centro Provincial de Retinosis Pigmentaria dejó atrás su sede de más de tres lustros y se mudó al Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos.

La decisión obedece al proceso de reorganización y compactación de los servicios sanitarios, lo cual implica —según indicaciones del Ministerio de Salud Pública— insertar dichas instalaciones en los Centros Oftalmológicos del país.

Aun cuando la mudanza ha conllevado a reajustar espacios y reducir el número de camas para los ingresos —si se compara con la decena de capacidades disponibles en el antiguo centro—, fuentes oficiales coinciden en que, a la postre, las ventajas son apabullantes.

De acuerdo con la doctora Idalmis Castro Pacheco, especialista de segundo grado en Oftalmología y jefa de servicio del Centro Oftalmológico, con el traslado hacia el hospital provincial se facilita la interconsulta de los pacientes con diferentes especialidades —Cardiología, Medicina Interna, Angiología…, según lo requieran— y determinadas subespecialidades propiamente oftalmológicas —glaucoma, baja visión, catarata—, además del acceso a exámenes que se prestan allí como los potenciales evocados visuales y los electrorretinogramas.

Por su parte, el cambio de local tampoco redunda en un recorte de servicios: se continúan brindando la ozonoterapia y la magnetoterapia en la sala 2 A para los ingresados y en el área de consulta de Oftalmología para aquellos que sigan un tratamiento ambulatorio; así como la consulta especializada de retinosis pigmentaria que funcionará los lunes y los jueves.

Al decir de la doctora Yenisleidys Díaz Rodríguez-Gallo, jefa del servicio de retinosis pigmentaria, actualmente se dispone de cuatro capacidades para la hospitalización de los aquejados por esta enfermedad, cifra que, de ser necesario, podría incrementarse en dependencia de la disponibilidad de camas.

Todo parece indicar que el traslado institucional ha venido a finalizar un proceso de pertenencia que ya se había gestado desde antes, pues desde el 2010 el Centro Provincial de Retinosis Pigmentaria se subordinaba económica y administrativamente al hospital provincial, aunque pudiera existir fuera de sus límites territoriales.