El espirituano Rolando Cepeda mira entre acertijos la apertura del calendario competitivo 2014 con la Liga Nacional, anunciada para arrancar el 21 de enero.
Como ha sido lamentablemente habitual desde hace un buen tiempo, el voleibol cubano arranca en el 2014 con el credo en la net. Lacerado hasta la médula por el éxodo al exterior de sus mejores jugadores, que visten el traje de diferentes clubes foráneos, más de un vez se han desarmado y rearmado sextetos completos.
EL 2013 tocó fondo cuando el equipo que jugó en la Liga Mundial se hundió hasta el lugar 13 con una sola victoria y ni el reestreno aclimatado de la Ciudad Deportiva pudo atajar la estampida.
Entre quienes quedaron para defender al menos la salida a cancha estuvo y está el espirituano Rolando Cepeda, una suerte de sobreviviente, que mira entre acertijos la apertura del calendario competitivo 2014 con la Liga Nacional, anunciada para arrancar el 21 de enero próximo en tres rondas.
El muchacho, que llegó al equipo grande en el 2008, en un tránsito acelerado por las bajas de ocasión, fija su mirada en la net y pone los pies en el tabloncillo, mucho más ahora, luego de ciertas declaraciones, sostenidas el pasado año, sobre la mala atención al deporte remataron más fuerte que de costumbre en el clima de hermetismo que ha rondado al voli y al deporte en general. Escambray prefiere empezar con un tanto a favor en el set de apertura.
“Esas declaraciones las hice en Alemania, no pensé que iban a divulgarlas en Cuba, me di cuenta al regreso, pero igual, creo que las cosas hay que plantearlas, la intención era recabar más ayuda para los atletas cubanos y para bien llegaron cambios”.
Pero el éxodo no se detuvo.
Las decisiones las toma cada uno, ellos decidieron irse por esa vía, pero están buscando un nivel adecuado al suyo, aquí no se puede alcanzar, ojalá esos que se han ido regresen y puedan jugar en este 2014.
Al final la Liga Mundial pagó las decisiones.
Fue una depresión muy fuerte, se desbarató la selección, no estaba acostumbrado a perder tanto, fíjate que los titulares eran suplentes hace apenas unos meses, así no es posible vencer a equipos de mayor experiencia. Los grandes conjuntos mantienen o elevan su calidad, mientras nosotros bajamos, como consecuencia estaremos en un grupo muy discreto para la Liga de este año, son ocho equipos para un solo cupo, y depende de nosotros subir; si no clasificamos, estaremos fuera de la Liga Mundial del 2015.
¿Entonces el 2014 vuelve a ser gris?
Todos sabemos que será un año muy fuerte, en el 2013 solo obtuvimos una medalla de bronce en el NORCECA de Canadá. Hay que seguir entrenando fuerte para recuperar el nivel que tuvimos.
Eso me suena retórico con un equipo desarmado.
Pienso que haciendo un esfuerzo se puede, la Liga Nacional ayudará a que el equipo se conozca mejor y los jugadores nuevos están dispuestos a asumir el reto. También tendremos el clasificatorio para el Mundial y los Juegos Centroamericanos.
Ahora eres más que un líder. ¿Crees que puedes con tanto?
Estoy consciente de mi liderazgo y mi responsabilidad, en el NORCECA terminé jugando opuesto, pero volví a la posición de auxiliar que le hacía falta al equipo; para mí es fuerte, por eso tengo que entrenar duro y pensar positivamente, debemos ayudarnos entre todos, el público cubano exige porque es muy rico jugar en la Ciudad Deportiva llena y eso depende de un resultado.
Se dice que acá el nivel es bajo. ¿Cómo la Liga puede elevarlo?
No es solo la Liga, algo hay que hacer, no es fácil estar dos o tres años con un resultado del uno al tres y al siguiente quedarnos sin jugadores, hay que analizarlo con el organismo, con todo el mundo, pues al final todo gira en torno a la atención a los atletas.
Si se mira desde fuera, el voli no parece tener esos problemas: asisten a competencias internacionales, les pagan por la Liga, algunos tienen carros…
No creo que la atención sea buena, es verdad que vamos a competencias, a Ligas, nos pagan, pero eso no es todo, nada más que se reconoce en la Liga y no puede ser así, tiene que ser cuando vayas a tu provincia, a tu municipio, que te reconozcan por el esfuerzo de un año entero, es parte de lo que ha pasado en el voli y fue lo que dije en aquellas declaraciones.
No es posible que se sigan armando equipos y en menos de cuatro años se vuelvan a desarmar. Jugamos con novatos que no es lo ideal, cada uno tiene que ponerse para ver si también vamos a una Olimpiada.
¿Cómo ves a Sancti Spíritus para la Liga?
Tenemos una base de los escolares y juveniles que vienen con resultados, hay que luchar por el oro, sabemos que el equipo entrena fuerte. El pasado año solo perdimos con Capitalinos, que prácticamente es el equipo nacional, ahora está parejo por la pérdida de muchos de sus atletas. Osmani Uriarte y yo entrenamos en La Habana y lo daremos todo.
¿Te sientes sobreviviente?
Del 2008 solo quedamos dos, el otro es el pasador Keibel Gutiérrez, simplemente no nos inclinamos por eso. Nos quedamos y ahora existe la posibilidad de jugar por otro país, es algo que esperábamos hace tiempo, lo fundamental en el deporte es crecer y aquí tenemos la materia prima, pero el juego diario es el que hace crecer. No es lo mismo jugar entre nosotros que con otros contrarios en más de 50 o 60 partidos en un año, creemos que en enero se oficialice esa posibilidad.
Muchos piensan que eso te desconecta de tu compromiso espirituano.
No lo creo, vivo en La Habana, pero me gusta Cabaiguán, ese es mi pueblo, me crié y me formé ahí, vengo siempre porque ahí tengo mi familia, mis amigos, todo el mundo me quiere. Si algún día me tocara la suerte de jugar en un club por parte de Cuba, regresaré y jugaré con el equipo nacional y por Sancti Spíritus, es lo mejor que podría pasar en mi vida, así lo hacen mis amigos que se fueron y juegan en otros países, es algo normal, además, ya lo dijiste: soy el único sobreviviente.
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