Del 4 al 6 de junio sesionará el XXX Coloquio de la Cultura Espirituana en el contexto de la celebración del medio milenio de Sancti Spíritus.
A pesar de que algunos le vaticinaron muerte prematura, el Coloquio de la Cultura Espirituana está a punto de abrir su trigésima edición, que comenzará este 4 de junio, justo cuando Sancti Spíritus celebra su aniversario 500 de nacimiento.
Según Martha Cuellar Santiesteban, integrante de la comisión organizadora, en el evento se presentarán 33 trabajos, seleccionados entre más de medio centenar de investigaciones acerca de variados temas y perspectivas analíticas.
La cita, prevista a extenderse hasta el 6 de junio, sesionará en la sede del proyecto de desarrollo local Casa de la Guayabera en cinco paneles: Literatura, Música, Artes Plásticas y Teatro, Rasgos de la identidad espirituana e Historia y fundación de la villa.
El coloquio iniciará con la conferencia Sancti Spíritus 1514: la verdad perdida de Pueblo Viejo, que será impartida por Javier Sanzo, quien fuera historiador de la ciudad, autor de un libro digital acerca de la villa que será presentado ese propio día.
Entre las conferencias previstas se encuentran, además, una relacionada con el proceso de surgimiento de las villas primigenias, a cargo del historiador Carlos Gómez González, y otra titulada El plan político de Diego Velázquez en la fundación de las primeras villas, esencialmente, Trinidad y Sancti Spíritus, que será asumida por la investigadora Bárbara Venegas.
Martha Cuellar, directora del Museo de Arte Colonial, destacó la elevada calidad de los trabajos y la diversidad de instituciones que estarán representadas en el coloquio, léanse, por ejemplo, la Universidad de Ciencias Médicas, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en la provincia, la Brigada de Instructores de Arte José Martí, así como entidades del sistema de la Cultura.
LA GRANDEZA DE LOS QUINIENTOS.
-1-
Desde una aldea cercana
hasta el Yayabo llegaron
los primeros que fundaron
nuestra villa espirituana.
Con una actitud malsana
arribó el conquistador
imponiendo su rigor
y el yugo colonialista
con un sistema esclavista
lleno de abusos y horror.
-2-
Quinientos años de sueños,
de realidades vividas,
y de ilusiones cumplidas
con energía y empeños.
La villa y sus lugareños
sienten la satisfacción
por llegar en la ocasión
a tan avanzada edad
gozando de libertad
con una Revolución.
-3-
Durante estos quinientos
tantas cosas se forjaron
que en el tiempo se grabaron
como dignos monumentos.
Majestuosos aposentos
que conservan su esplendor
como la Iglesia Mayor,
el Teatro Principal
y ese Puente Colonial
de inigualable valor.
-4-
Se hicieron las empedradas
calles y casas de tejas
con sus puertas y sus rejas
y sus parroquias sagradas.
Entonces fueron fundadas
las plazas con que contamos
y en ese entorno formamos
nuestra nacionalidad
que nos dio la libertad
con la que tanto soñamos.
-5-
Para llegar hasta aquí
y dejar de ser esclavo
por las aguas del Yayabo
corrió la sangre mambí.
Un amigo de Martí
fue el más grande paladín
que del principio hasta el fin
por esta tierra luchó
y su vida la ofrendó
el General Serafín.
-6-
Otro tiempo transcurrió
de abusos y tiranía
hasta que por fin un día
la Villa se liberó.
El Che Guevara llegó
con su Columna gigante,
y por la senda triunfante
marchando en su derrotero
en un victorioso enero
aquí llegó el Comandante.
-7-
Hombres de gran estatura
en las artes florecieron
y con ello enriquecieron
nuestra auténtica cultura.
Un valuarte en la pintura
lo fue Fernández Morera
y para que la historia fuera
contada como ninguna
la escribieron Pérez Luna,
Martínez Moles, Barrera.
-8-
Personajes connotados
en la memoria han quedado
y al repasar el pasado
hoy deben ser recordados.
A ellos son dedicados
bellos versos en canciones
que cuentan sus pretensiones
y aquel decir infinito
de Ramón, de Francisquito,
Bulla Bulla y sus pregones.
-9-
Si el valor de una ciudad
es medido por sus hombres,
vale recordar los nombres
de otros hombres con bondad.
A Martí fidelidad
Cesar Salas le ofreció
luego Honorato alcanzó
ser galeno y general
y Del Rijo en el sitial
de honor su puesto ganó.
-10-
Otros hijos exclusivos
en el deporte brillaron
y mucha gloria aportaron
honrando su distintivos.
Hoy nos sobran los motivos
para algunos recordar,
solo hay que imaginar
a Charolito boxeando,
Huelga y Verdura lanzando
y alegres verlos ganar.
-11-
Este pueblo siente orgullo
de sus fiestas santiagueras,
por la ferias ganaderas,
y sus canciones de arrullo.
Abrazan a modo suyo
a sus dignos trovadores,
compositores, cantores
como Gallo, Teofilito,
Rafael y Miguelito,
D´Gómez y Miraflores.
-12-
La Parranda espirituana
con tonadas de Marcial
casi no tienen igual
en la música cubana.
Y desde data lejana
para orgullo del enclave
se escucha el sonido suave
o contagioso y rotundo
casi único del mundo
que tiene el Coro de Clave.
-13-
Nació aquí la guayabera
nuestra prenda nacional
que se ha ganado un sitial
más allá de la frontera.
Un museo en la rivera
del Yayabo la alabó
y hasta ese sitio llegó
la pieza más elegante
que usara el Comandante
y luego nos regaló.
-14-
La villa ya se ha expandido
en franca modernidad
y una nueva vecindad
todo el Yayabo ha cundido.
El asfalto ya ha suplido
a la piedra colonial,
nuevas puertas, al vitral
y la placa de hormigón
a la teja y al tejón
como algo natural.
-15-
Pero el centro legendario
y su entorno colonial
se conserva casi igual
con el sello originario.
Cuando el turista a diario
llega a la localidad,
logra con facilidad
poder viajar al pasado
por conservarse cuidado.
el valor de la ciudad.
-16-
Hoy la villa le agradece
a todos sus creadores
cuando exponen sus valores
con el arte que merece.
Antonio ya la enaltece
dibujando sus tejados
y pululan los grabados
de Neira y de Madrigal
y del folclor colonial
mil versos están guardados.
-17-
Del cancionero perdura
hoy la inmortal Pensamiento
y en el susurro del viento
se escucha mujer Perjura.
Crece la literatura
con todo empeño y desvelo
con Julio Llanes, Juanelo
Rosendi y Crespo Francisco
conformando un obelisco
de amor pujanza y anhelo.
18-
Felicidades ciudad
por guarecer nuestros seres,
y por tener los placeres
de tu infinita bondad.
Gracias por tu caridad
y toda tu gentileza,
gracias por tu belleza
al llegar a los quinientos,
gracias por darnos alientos
con fibras de tu grandeza.
Enrique Bernal Valdivia