El doctor Crescencio González Puentes ha sabido desarrollar en original alquimia la Microbiología, las composiciones musicales y las cartas de amor
En su casa, la austeridad entra y sale como el sol en verano. Con 66 años bien disimulados y plenitud de facultades tanto para la Medicina como para la creación artística, sorprendió a todos hace unos meses cuando se acogió a la jubilación por razones de fuerza mayor. A este hombre ansioso, de reconocida competencia profesional, en verdad le cuesta quedarse quieto.
Un gato mimoso asiste desconfiado a la conversación con Crescencio González Puentes, habanero casi tan castizo en la villa como sus empedrados coloniales. Para él no existen preguntas incómodas. Con la habilidad nata del buen conversador, condimenta y saborea el cuestionario.
¿Por qué escogió la Microbiología, una especialidad relegada y no pocas veces menospreciada de la Medicina?
Me gradué como médico en La Habana en 1970. Estuve entre los primeros que estudiamos Microbiología porque era una especialidad deficiente en el país. Me gustaba andar con instrumentos y equipos, todo lo que fuera de laboratorio y microscopía para mí era fascinante. Sabía que por el camino le iba a coger el gusto a la especialidad y así fue.
Me gradué como médico en La Habana en 1970. Estuve entre los primeros que estudiamos Microbiología porque era una especialidad deficiente en el país.
¿Eligió trabajar en Sancti Spíritus o se lo impusieron? Aquí existen menos posibilidades para el desarrollo profesional, ¿se arrepiente de haberse quedado?
Esa es una historia bien larga. He tenido suerte para los tropiezos en mi vida. Nos graduamos cuatro y uno solo debía salir de La Habana. Las plazas eran por concurso, yo había viajado a Canadá, tenía investigaciones realizadas, pero se hicieron algunas manipulaciones y al final me tocó venir por cinco años. Luego llenaron todas las plazas en la capital y no tuve derecho a regresar.
Para ese entonces ya me habían dado vivienda aquí. Son las cosas del destino que pasan. Llegué en contra de mi voluntad, amargado y predispuesto, pero no me arrepiento porque si no hubiera venido quizás no fuera la persona que soy hoy. Le agradezco a Sancti Spíritus haber logrado que se manifestaran en mí inquietudes que desconocía. No sabía que podía hacer canciones, no soy músico, no lo estudié, no toco ningún instrumento. Descubrir que lo que hacía interesaba a los demás fue muy agradable.
En cuanto a la realización profesional, todo depende de cómo lo veas, dondequiera que estés puedes investigar con lo que tengas a tu alcance. En el quinquenio 1986-1990 salí como investigador destacado por el Centro de Higiene. A pesar de las limitaciones del período especial, continué trabajando y presentando estudios que muchas veces obtuvieron premios. Para la investigación no existe pueblo chiquito ni grande. A veces quisieras tener más equipamiento, pero hay quien lo tiene, hace de su vida una rutina y no investiga.
¿Por qué se jubiló y cómo vive ese cambio tan drástico un profesional aún en plenitud de facultades?, ¿acaso se siente como un viejo echado a menos?
No, creo que no, hay cosas para las cuales tienes que prepararte, la jubilación es una de ellas porque no es lo mismo estar activo, pertenecer a un colectivo, tener un grupo de ideales y objetivos en común. Cuando eso cesa, indiscutiblemente te sientes extraño. Al principio cuesta mucho trabajo reubicar la mente y la vida cotidiana.
Cuando comenzó la epidemia de cólera yo fui quien trabajó de manera directa en el aislamiento y la identificación del vibrión colérico.
En lo personal para mí era una necesidad porque mi compañero Orlando se enfermó y necesitaba cuidados permanentes. Aunque también incidieron factores de trabajo. Cuando comenzó la epidemia de cólera yo fui quien trabajó de manera directa en el aislamiento y la identificación del vibrión colérico. Me tocó esa responsabilidad porque estaba preparado y adiestrado para asumirla. Esta fue de las provincias que mejor lo asumieron, pero me resultó molesto cuando empezaron a obstruir la información.
Digo que un científico, un investigador que lo ha hecho toda la vida tiene que ser honesto. Los epidemiólogos tenían que hacer mejor su trabajo, con mentalidad abierta para contar con la población y poder prevenir. Esto era una cuestión ética y dije que yo no lidiaba con la mentira.
¿Qué consideración tiene sobre los servicios de Microbiología que se prestan en el territorio?, ¿cuáles prescripciones emitiría para mejorar la complicada situación higiénico epidemiológica actual?
Los servicios son buenos. Creo que la calidad en nuestros laboratorios es integral y la confiabilidad, total en cuanto a la calidad del diagnóstico. Siempre aconsejo aplicar el método epidemiológico. La situación de la provincia es multicausal, se debe a factores acumulados que no se han ido resolviendo en el momento en que se han presentado o se han enfrentado de manera parcial. Lo que dejes pasar o hagas a medias, siempre te va a pasar la cuenta. La higiene tiene muchos factores y uno importante es la cultura de la población, desde la higiene personal hasta en el barrio o la ciudad.
Las instituciones a veces no enfrentan los problemas con todo el rigor, carecen del personal apropiado, les falta capacitación o no cumplen con su trabajo y eso también afecta. Hay que concienciar a la población, ir a la base porque los medios lo pueden repetir pero siempre alguien no escucha o no hace caso y dice que eso no le va a pasar a él. La comunidad debe participar y tener los conocimientos para lograr el éxito.
II
Con una increíble alquimia, durante años, Crescencio González Puentes lo mismo acertaba en un análisis de laboratorio que componía canciones, cartas y cuentos a hurtadillas, una especie de hobby que quizás ahora ocupe el alfa y el omega de su existencia.
Reconocido con premios y menciones en el Concurso Cartas de Amor de la Escribanía Dollz, en el 2004 se dio a conocer en serio como compositor con la orquesta Los Novas y una canción dedicada a la ciudad. Desde entonces, ha escrito muchísimos números musicales, sobre todo inspirados en la villa, que en su mayoría aparecen en el repertorio de algunos tríos espirituanos.
“Para mí la ciudad siempre ha sido un motivo de inspiración, la conocí mejor en un momento desafortunado de mi vida, enfrentando el divorcio, la soledad y el insomnio con todo el problema del período especial añadido. Pocas personas lo saben, pero deambulé mucho por el Centro Histórico y conocí a Sancti Spíritus como pocos la conocen, me la aprendí de memoria y fue entrando en mí aquel sentimiento de irla queriendo de una manera diferente, irla sintiendo parte de mi motivo de inspiración”.
Con frecuencia un médico no cultiva las manifestaciones artísticas, ¿qué nexo puede existir entre la detección de un estafilococo y la letra de una canción?
Pudiera parecer distante. El método científico tiene 10 pasos, hay que tenerlos presente para la vida cotidiana. Aplicarlos es un arte, tienes que dominar el arte de aplicar la ciencia. Para mí la cultura siempre fue una inquietud, desde muchacho recitaba y de manera continua me mantuve vinculado con alguna manifestación artística.
Ya aquí tenía mis dos hijos, un día se me ocurrió hacer una canción infantil, La gaviota, la niña la acompañó en el piano y el varón la cantó, se presentaron y ganaron en un festival municipal. Ese fue mi primer pinino. Luego pasó mucho tiempo sin que hiciera nada, vinieron mi divorcio y el período especial, muy difíciles para mí.
Usted se encuentra entre los primeros de su generación en hacer pública la elección gay y vivir puertas abiertas con su pareja. Al cabo del tiempo, ¿se arrepiente de una decisión que aún hoy sigue siendo osada en nombre de los prejuicios?
Si volviera a nacer hay muchas cosas que las haría diferente. La vida te enseña que te equivocaste. Si hay algo de lo que nunca me arrepiento es de haber enfrentado la vida en pareja heterosexual hasta determinado momento, de haber tenido mis hijos que los quiero con delirio y también me quieren, me respetan y saben que mi amor hacia ellos no tiene que ver con cualquier otro tipo de relación.
Una parte de la sociedad todavía es reacia al respeto de las singularidades de los individuos en su vida privada. No tengo a menos hablar de ese tema. Siempre digo que a partir del momento en que yo tomé la decisión de manifestarme y de darles a conocer a los demás mi forma de pensar y de sentir, me sentí totalmente libre.
Ese es un tema bien difícil a pesar de los esfuerzos para tratar de lograr el respeto a las diferencias. En ese camino queda mucho por andar. Lo que hay que reconocer son las virtudes de las personas y no las preferencias de cada quien después que llega a su casa. En mi caso, cambió mi preferencia, a lo mejor siempre estuvo ahí y no me había percatado, pero fui honesto, lo asumí y lo llevo hasta el día que me muera. Yo no le impongo mi sexualidad a nadie. No se debe ser desafiante con el tiempo y la sociedad en que te desenvuelves. Soy como soy y creo que no tengo nada de qué arrepentirme.
Ha escrito guarachas, sones, pero usted mantiene apariencia de hombre serio y recto, sin mucho que ver con bares y cantinas, ¿cómo se define Crescencio González Puentes?
Me gusta mucho el baile, soy buen bailador, lo que pasa es que ya tengo mis años. Quizás haya dos Crescencio, es como desdoblarse y manifestar algo que llevas dentro. Soy una mezcla de las cosas con las que nací y otras que se modificaron por la madurez. Al final uno es uno mismo aunque sea diverso. No me considero una figura, no soy una personalidad.
Crecencio somos Dargel y Francisco de México nos gustaría contactar contigo no tenemos tu teléfono por favor envians tu correo y teléfono dinos de gris ay tu hijo sobre todo de Orlando cómo está el siempre te recordamos y los momentos tan bonitos cuando visitastes México saludos a todos
El Dr Crescencio fue mi profesor en mi especialidad y es magnifico ser humano, siempre nos ayuda mucho y nos apoyo en todo. Saludos desde west Palm Beach y que Dios le de Muchas salud para el y su familia
Bien fuerte este HOMBRE, pues en Sancti Spíritus por ser una ciudad de una cultural con un trasfondo eminentemente rural y «villaresco» supo ser él mismo, debió ser tan difícil esto. Vaya que su vida esta para hacerle una película, creo. Yo vi el documental de Guillermo Centeno dedicado a la escribanía Dollz, y me llamó mucho la atención el doctor Crecencio por su honestidad.
Yo que pude trabajar con el Dr. Crescencio, le felicito por sus respuestas tan concretas y firmes al periodista, no cambie nunca su forma de pensar ni de ser, felicidades,
Gracias Doctor por existir, por ser el eterno médico que es y por cultivar esa música que aún lo adorna más. Un abrazo. ISA.
Bien por ti amigo Crescencio no cambies jamas
Crecencio González, magnífico profesional de la medicina con mucho reconocimiento a nivel de país y las profesiones no acaban hasta que la persona se muere, así aunque jubilado siempre estoy segura contaremos con él como microbiologo y creador musical.
Si todas las personas fueran como él, que además se dedica a la composición musical y a la oratoria es digno de destacar en él y con una cualidad muy importante honesto y extrovertido.
!Felicidades compañero, continúa cosechando éxitos!
Disculpe mi error escribí precipitadamente desde mi teléfono. Debí escribir UN ..Porque su inclinación sexual es un asunto muy personal que el con honestidad y valentía en una sociedad machista y prejuiciada como lo era la espirituana 30 o 40 años atras.no quisiera que me mal interpretaran un error ortográfico que agradecería me corrigieran antes de publicar
Mi querido amigo y ex colega(También fue una n magnífico profesor)A quien mis hijos le deben lo que son,pues sin los conocimientos de ingles que Crescencio le transmitió hoy no podrían tener los buenos empleos que tienen.Un magnifico ser humano y un regalo de Dios para los que tememos la dicha de conocerlo. Larga y fructífera vida….Gracias periodista por dejarme saber por esta extraordinaria persona.
Crecencio ,es un gran medico,es amigo mio y es un persona muy querida en Sancti Spiritus,DIOS TE DE MUCHA SALUD.
Manuelafonso450@yahoo.es
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