Cuba defendió en la ONU la necesidad de una institución de justicia internacional con autonomía, que conduzca la lucha contra la impunidad de los crímenes más graves.
En una sesión este jueves del principal órgano de la ONU dedicada a analizar el trabajo de la Corte Penal Internacional (CPI), la delegación de la isla advirtió que ese tribunal con sede en La Haya, Países Bajos, no actúa con la independencia, imparcialidad y transparencia requeridas por el Estatuto de Roma, su tratado fundacional.
La realidad que se impone, no es precisamente la de una institución independiente, porque en remisiones de casos por el Consejo de Seguridad se ataca a países en desarrollo a nombre de la supuesta lucha contra la impunidad, precisó en el foro el director de Derecho Internacional de la Cancillería cubana, Manuel de Jesús Pírez.
De acuerdo con el funcionario, La Habana reitera su posición «a favor del establecimiento de una jurisdicción penal internacional imparcial, no selectiva, eficaz, justa, complementaria de los sistemas nacionales de justicia (…), exenta de subordinaciones a intereses políticos que puedan desvirtuar su esencia».
Lamentablemente, las cuestiones relacionadas con estos temas no quedaron superadas con los resultados de la Conferencia de Revisión del Estatuto, celebrada en Kampala, Uganda, en mayo de 2010, dijo aquí.
Para Pírez, la CPI continúa sometida a las decisiones ilegítimas, antidemocráticas, abusivas y violatorias del Derecho Internacional del Consejo de Seguridad, que sigue brindando total impunidad a los verdaderos responsables de crímenes y masacres contra los estados del Sur.
En ese sentido, rechazó resoluciones del Consejo que excluyen de toda investigación los desmanes de algunas potencias.
Tal postura ofende a la comunidad mundial y evidencia el doble rasero político con el que opera dicho órgano, y viola los principios de actuación de la CPl, expuso.
Entre los casos ilustrativos sobresale la remisión en febrero de 2011 de Libia a la Corte, al calor de la cruzada de la OTAN para derrocar a Muamar Gadafi, quien fue asesinado.
Más recientemente, las potencias occidentales con escaño permanente en el Consejo (Estados Unidos, Francia y Reino Unido) han presionado en el órgano de 15 miembros para hacer lo mismo con Siria, país levantino contra el que promueven el cambio de régimen.
La CPI es un tribunal de justicia independiente de la ONU, aunque trabaja vinculada con ella, fundada en 1998 para juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, de guerra, de agresión y de lesa humanidad.
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